Por Mauro Libi. Cuando trabajamos es fundamental que le encontremos sentido a lo que hacemos. Eso es vital para lograr alcanzar satisfacción con nuestra labor y, por ende, sentirnos felices. Y es que el trabajo es uno de los pilares estratégicos de nuestra vida. Ocupa buena parte de nuestro tiempo. Por eso es fundamental disfrutarlo, sentir bienestar al hacerlo y, como ya hemos dicho, que tenga sentido para nosotros hacerlo pues le da significado a nuestra existencia.
Hacer
algo con valor y que aporte valores a nuestra propia vida y la de los demás es
importante. Es dejar huella en la sociedad con lo que hacemos. El trabajo debe
apasionarnos y hacernos vibrar. Debe ponernos en flow cuando lo hacemos para
que a la hora de irnos a dormir sintamos que hemos tenido un día bueno y
productivo.
La labor que hacemos debe decirnos constantemente algo nuevo, debe renovarnos cada día, debe darnos ilusión. A esto los psicólogos positivos lo denominan engagement por el trabajo, lo que pudiera traducirse más o menos con “enganche”, entrega por el trabajo.
Trabajar
con pasión permite sentir que la labor fluye sin esfuerzo. Esto no quiere decir
que no involucre energía, por supuesto que se requiere de ella. Es lo que
conocemos como vigor, el cual nos hace persistir cuando aparecen los
obstáculos, lo cual asumimos con orgullo, que no es otra cosa que dedicación.
Las tareas que hacemos con gusto nos absorben y sentimos que el tiempo
pasa sin que lo advirtamos. (Mauro Libi
Crestani)
Cuando
todo esto sucede, los trabajadores mantienen una visión positiva de la vida,
del trabajo y de la organización en la que se desempeñan. Todo cobra sentido,
tiene propósito. Lo contrario, simplemente genera vacío, decepción y una
profunda insatisfacción.
El
trabajo insatisfactorio puede degenerar en daños psicológicos, en estrés o en
síndrome de burnout o quemarse por el trabajo. Hay agotamiento emocional,
distanciamiento mental con el trabajo y la sensación permanente de que somos
ineficaces.
No
tiene sentido invertir tiempo en lo que no tiene sentido para nosotros. (Mauro Libi)
Pero de
tener que hacer algo que no nos guste, o en todo caso, cuando es inevitable que
tengamos que hacerlo, lo importante es la actitud con la que se asume el hecho.
Si no se puede cambiar la situación sí podemos escoger la manera cómo
abordarla.
Y es
que el ser humano tiene la capacidad de encontrar una razón para vivir aun en
las condiciones más adversas. Esto puede lograrlo desde su dimensión
espiritual.
Así que
en sus manos está el encontrarle sentido a lo hace o, por lo menos, escoger la
manera cómo lo aborda. Mauro Libi
Crestani.
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