Por Mauro Libi. Se trata de una sensación sumamente incómoda, estar en el trabajo, tener poco que hacer o sentir que lo que hace no le gusta o motiva. Es muy posible que usted se aburra en el trabajo.
El aburrimiento laboral se define como un estado afectivo no placentero caracterizado por una baja activación y el sentimiento de insatisfacción laboral en razón de que existe una inadecuada estimulación del ambiente laboral y hay carencia de sentido de la tarea.
Es muy común, pero pese a ello, se le ha prestado poca atención a esta experiencia psicosocial que tiene lugar el contexto del lugar de trabajo.
El aburrimiento está asociado a las condiciones de trabajo poco enriquecedoras propiciadas por la rutina, por la poca variedad de la tarea, por la falta de autonomía, por el poco estímulo y por el bajo nivel de reto en la labor. Igualmente se asocia a la insatisfacción, al poco compromiso y el poco nivel de engagement.
Pero, ¿qué puede hacerse ante esta situación? (Mauro Libi)
Las investigaciones apuntan en dirección al rediseño de los puestos de trabajo, al aumento de los recursos laborales, tales como la autonomía y la variedad de tareas, entre otros.
Con respecto a la autonomía, hay que decir que la misma ofrece a los empleados una mayor posibilidad de desempeño y discreción con relación a la manera cómo desarrollar las labores encomendadas. La autonomía da la oportunidad a los trabajadores de diseñar de manera proactiva los límites de su trabajo. Esto último le suma significado a lo que se hace.
La rutina es caldo de cultivo para el aburrimiento. Donde existe poco reto los trabajadores tienden a perder el interés, se sienten insatisfechos y, por tanto, se aburren.
Los trabajadores deben sentirse identificados con lo que hacen.
Cuando se rediseña un puesto de trabajo se puede incrementar el número de tareas agregándole variedad a la actividad.
Si bien las intervenciones señaladas aumentan los niveles de satisfacción en el trabajo, en algunos casos son difíciles de instrumentar. Entonces se puede recurrir a los recursos sociales y personales como un medio para aminorar el aburrimiento. El liderazgo positivo, por ejemplo, inspira, motiva, estimula y puede contribuir a aminorar el aburrimiento. Los líderes positivos ayudan a que los empleados encuentren el sentido a su trabajo.
También los recursos personales pueden ayudar a disminuir la experiencia negativa. Así tenemos que la autoeficacia, por citar uno, aminora los niveles de aburrimiento ante los contextos de bajas demandas laborales.
Aunque se discute poco en la academia sobre el aburrimiento laboral, es un asunto que cada día adquiere más relevancia y sus posibles consecuencias negativas para el bienestar de los trabajadores y la efectividad de las personas, alertan acerca de la necesidad de fijar la atención en este problema.(Mauro Libi Crestani)
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