lunes, 20 de junio de 2016

Mauro Libi Crestani: Empleados motivados son empleados productivos

Por  Mauro Libi. La columna vertebral de las empresas son sus empleados. Si una organización no es capaz de mantener motivados a los empleados, lo más probable es que tenga problemas de productividad y rotación de personal, lo cual causa problemas con el cumplimiento de las metas.

Nosotros en Avelina y el resto de las empresas del Grupo, entendemos muy bien la importancia de tener empleados felices y hacer todo lo que esté en nuestras manos para que sean más productivos. A través de una serie de estrategias hemos logrado sembrar una cultura laboral pro- productiva y alegre que nos permite funcionar para lograr el éxito de nuestros objetivos.

Uno de los consejos que más ejecutamos es hacer que el trabajador sepa lo que esperamos de él, para que pueda identificarse con su rol en la empresa.  
La comunicación efectiva es también muy importante, por lo que debes conocer los gustos e intereses de tus empleados.


Además, debes ser claro cuando impartas instrucciones. Es importante que antes de dar una orden tengas definido el objetivo de la misma. 

Por otro lado, es fundamental expresar reconocimiento, felicitar al empleado por un buen trabajo y hacerlo públicamente.

No debes dejar a un lado las oportunidades de capacitación y crecimiento dentro de la empresa, ya que muchos empleados se sienten frustrados y buscan otros trabajos cuando se encuentran estancados por mucho tiempo.

Finalmente, hay que recordar que trabajas con seres humanos y debes encontrar un equilibrio entre su vida personal y la laboral, porque todos tenemos necesidades.

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miércoles, 15 de junio de 2016

Mauro Libi Crestani: La importancia de hacer una pausa para energizar la mente durante las horas laborales

Mauro Libi

Por Mauro Libi Crestani. Las pausas cortas para energizar la mente son fundamentales para incrementar la productividad. Hablamos de esos pequeños momentos en que los trabajadores se dedican a la chanza por no más de 5 o 10 minutos. Es el tiempo de relax entre una tarea y otra que bien sirve para recargar las pilas al momento de emprender el nuevo trabajo.

Estos instantes pueden ser aquellos improvisados por los trabajadores cuando han culminado una labor, pero también pueden ser planificados por la propia empresa. Sí. Así como lo lee. El juego y la diversión pueden formar parte de las políticas empresariales, sobre todo cuando están conscientes de que sus trabajadores deben someterse a largas jornadas laborales. 

Se trata de un relax controlado que reviste aspectos positivos, pero también algunos negativos.

Entre lo positivo del asunto, tenemos que el juego en el centro de trabajo constituye un buen ejercicio de socialización que, desarrollado en grupo y coordinado, contribuye al alivio de tensiones y prepara el trabajador para la nueva tarea a emprender inmediatamente.

Está comprobado que el ser humano no puede sostener la atención por periodos muy prolongados. Conforme pasa el tiempo los niveles de atención menguan y es entonces cuando el juego y la diversión pueden intervenir para distraer al trabajador. 

Lo importante es que este tiempo de distracción no sea por tiempo prolongado de tal manera que afecte el desarrollo de las labores de trabajo.

Así que, con control, el juego y la diversión contribuyen a mejorar la relación entre la empresa y los empleados, al igual que aumenta el desempeño laboral.


Pero el juego y la diversión pueden ser contraproducentes cuando la empresa no tiene control sobre el tiempo de ocio o lo pierde. Entonces surge el riesgo de que se descuiden las actividades laborales y los objetivos comiencen a no cumplirse. 

Otra consecuencia negativa de la actividad lúdica descontrolada es que se produzcan errores en el trabajo.

Por otra parte, la política del juego y la diversión no es aplicable a todo tipo de actividades, pues en algunos casos sólo contribuiría a poner en riesgo la seguridad del personal y de la empresa, incluso, de los clientes. Es el caso de fábricas donde se manipulan objetos o sustancias peligrosas.


De establecerse la política en este tipo de compañías debe ser planificada, por grupos y bajo control absoluto de los supervisores.

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martes, 14 de junio de 2016

Mauro Libi: La motivación del personal es un factor indispensable para incrementar la productividad

Mauro Libi

Hemos hablado de la productividad como la relación entre los factores que intervienen en la producción y los resultados o producto. También hemos dicho que entre las grandes y más redituables inversiones para cualquier emprendedor está aquella destinada mantener a sus colaboradores, es decir sus trabajadores, contentos, agradados y felices de producir para usted.

Pues bien, esas inversiones destinadas a la “felicidad” del personal son los denominados “incentivos laborales”.

Todo trabajador labora a cambio de una retribución, un sueldo o salario, por lo que éste se constituye en el primero y más directo de los incentivos que un emprendedor o empresario otorga a sus empleados. Pero además de este incentivo, que obviamente es económico, hay otros que pueden derivar de lo económico o complementarlo, como también los hay no económicos.

Mauro Libi


Un trabajador bien incentivado, produce más cantidad, con más calidad, menos costo, todo con una gran satisfacción.

Y aunque el incentivo beneficia directamente al trabajador, indirectamente también está dirigido a la empresa, pues ellos estimulan  y premian el incremento de la producción, la calidad, la puntualidad o el ahorro de materia prima, entre otros.

Los incentivos laborales, además, ayudan a que el emprendedor o empresario mantenga consigo al personal más valioso, al tiempo que desalienta a los trabajadores indeseables a permanecer en la empresa o emprendimiento. Y aparte de retener al personal valioso con el que ya se cuenta, atrae al mejor recurso humano que hay en el mercado.

Aunque más adelante hablaremos con más detalle de los incentivos laborales, podemos referir ahora algunos que todo emprendedor o empresario pueden poner en práctica con el personal a su cargo. 

Mauro LibiAsí tenemos horarios flexibles, que ayudan al empleado a conciliar su vida laboral con la familiar. Este es un incentivo de una gran efectividad y fuerza. Consiste en permitir al empleado productivo adaptar o acoplar su horario de trabajo al de sus necesidades personales, tales como su horario de estudio.

En la misma línea encontramos al tiempo libre, con el que se puede premiar la productividad: Algunas horas libres a la semana, por ejemplo. También sumar días a las vacaciones de los empleados productivos, o puntuales.

Los viajes son un clásico dentro de los incentivos, especialmente en el mundo de las ventas.

Los regalos, tales como camisetas, relojes, computadoras o aparatos de música, entre otros, que pueden ser canjeados por puntos acumulados por los empleados en distintos ranquin que se establezcan referidos a puntualidad, productividad, ventas, etc.

Y por último nos referiremos a un incentivo invalorable para el trabajador: la formación. Cursos, planes de becas o ayuda al estudio.


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