martes, 14 de junio de 2016

Mauro Libi: La motivación del personal es un factor indispensable para incrementar la productividad

Mauro Libi

Hemos hablado de la productividad como la relación entre los factores que intervienen en la producción y los resultados o producto. También hemos dicho que entre las grandes y más redituables inversiones para cualquier emprendedor está aquella destinada mantener a sus colaboradores, es decir sus trabajadores, contentos, agradados y felices de producir para usted.

Pues bien, esas inversiones destinadas a la “felicidad” del personal son los denominados “incentivos laborales”.

Todo trabajador labora a cambio de una retribución, un sueldo o salario, por lo que éste se constituye en el primero y más directo de los incentivos que un emprendedor o empresario otorga a sus empleados. Pero además de este incentivo, que obviamente es económico, hay otros que pueden derivar de lo económico o complementarlo, como también los hay no económicos.

Mauro Libi


Un trabajador bien incentivado, produce más cantidad, con más calidad, menos costo, todo con una gran satisfacción.

Y aunque el incentivo beneficia directamente al trabajador, indirectamente también está dirigido a la empresa, pues ellos estimulan  y premian el incremento de la producción, la calidad, la puntualidad o el ahorro de materia prima, entre otros.

Los incentivos laborales, además, ayudan a que el emprendedor o empresario mantenga consigo al personal más valioso, al tiempo que desalienta a los trabajadores indeseables a permanecer en la empresa o emprendimiento. Y aparte de retener al personal valioso con el que ya se cuenta, atrae al mejor recurso humano que hay en el mercado.

Aunque más adelante hablaremos con más detalle de los incentivos laborales, podemos referir ahora algunos que todo emprendedor o empresario pueden poner en práctica con el personal a su cargo. 

Mauro LibiAsí tenemos horarios flexibles, que ayudan al empleado a conciliar su vida laboral con la familiar. Este es un incentivo de una gran efectividad y fuerza. Consiste en permitir al empleado productivo adaptar o acoplar su horario de trabajo al de sus necesidades personales, tales como su horario de estudio.

En la misma línea encontramos al tiempo libre, con el que se puede premiar la productividad: Algunas horas libres a la semana, por ejemplo. También sumar días a las vacaciones de los empleados productivos, o puntuales.

Los viajes son un clásico dentro de los incentivos, especialmente en el mundo de las ventas.

Los regalos, tales como camisetas, relojes, computadoras o aparatos de música, entre otros, que pueden ser canjeados por puntos acumulados por los empleados en distintos ranquin que se establezcan referidos a puntualidad, productividad, ventas, etc.

Y por último nos referiremos a un incentivo invalorable para el trabajador: la formación. Cursos, planes de becas o ayuda al estudio.


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