miércoles, 6 de enero de 2016

Mauro Libi Crestani: La clave está en administrar el tiempo


Por Mauro Libi Crestani. La falta de planificación de las actividades diarias tiene como resultado no solamente la baja en la eficiencia y la productividad sino -también- el peligroso aumento del estrés y de sus terribles consecuencias para la salud física y emocional. Los expertos señalan que es necesario tomar medidas urgente para parar los niveles de agotamiento que existen en la población. Aconsejan ordenar el día día con actividades con una agenda.

La diferencia entre la gente que es eficiente, productiva y  la que está satisfecha y la que no, es la manera en que administran, aprovechan y disfrutan de su tiempo. Hay que decidir a qué hora empieza el día y a qué hora termina. Lo mejor es averiguar cuánto tiempo tomará hacer cada responsabilidad de la agenda, y en base fijar un horario apropiado para dormir y levantarte. Recuerda que tenemos 24 horas en un día, 7 días en la semana.

Vivir de prisa afecta la salud y perjudica el resultado de nuestras actividades. Hay gente que por vivir apurado, comete errores que luego equivalen a mayor inversión de tiempo y al incremento de las frustraciones.

Hay que fijarse metas, organizarse, coordinar y estar alerta dónde pone sus cosas, ya que la pérdida de objetos como por ejemplo las llaves del carro, la casa o las tarjetas de seguro equivale, según estadísticas a miles de horas de mal uso del tiempo.


Evite la creencia errónea de que estar muy ocupado es ser productivo, valioso o muy eficiente. Esta creencia busca la cantidad y no la calidad de nuestras acciones.

Aprenda a decir no para no incurrir en más actividades que le roban su valioso tiempo.

Trabaje en su autodisciplina, no posponga lo que tiene que hacer para quedarse echado viendo la televisión esa actitud solo hace que se acumulen las tareas pendientes, hasta que nos es imposible hacerlas todas.


Trate de tomar decisiones al momento que se requiere. La dificultad para tomar decisiones provoca, además de angustia, una pérdida de tiempo importante. Aprenda a establecer prioridades.

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martes, 5 de enero de 2016

Mauro Libi Crestani: La empresa privada debe mantener sus programas de RSE

El presidente del Grupo Libi, Mauro Libi Crestani considera que el sector privado debe mantener su compromiso con la sociedad  atendiendo necesidades que a la larga pueden ser revertidas para beneficio de todos. Como ejemplo -dijo- podemos observar cómo la infancia en situación de riesgo puede pasar de ser un grave problema social a una posibilidad de transformación social cuando el sector empresarial pone su granito de arena y permite que esos niños transiten de sus dificultades a un enjambre de nuevas posibilidades para su desarrollo como seres humanos y como entes sociales. 

Mauro Libi dice que los niños en situación de riesgos se convierte en ciudadanos de bien, gracias a una atención humana, familiar y ciudadana y es esa la razón de ser de la Fundación  Casa Hogar al fin.

La Fundación Casa Hogar Al Fin es una organización privada sin fines de lucro que nació para atender a niños y adolescentes con dificultades a nivel familiar. Son recibidos bajo una medida legal de protección cuando un tribunal determina que no pueden vivir en sus hogares, ni ser asistidos en sus derechos y garantías informó el principal benefactor del proyecto, el empresario Mauro Libi Crestani.
 
Sus instalaciones se encuentran ubicadas en Caraballeda, estado Vargas. Allí son atendidos más de 75 niños y seguimos creciendo . Quienes se albergan en la Casa Hogar Al Fin se sienten en familia por la calidez del trato y las oportunidades de las que gozan. Los niños y jóvenes disponen de área de computación para realizar sus tareas escolares; área de juego con televisor, películas, juegos electrónicos y de mesa. Además de áreas de esparcimiento que incluyen piscina, cancha de usos múltiples, un caney para oficios religiosos y actividades al aire libre.

En la Fundación Casa Hogar asegura que la labor que realizan también garantiza la educación de todos los niños y adolescentes que residen allí. “Contamos con el apoyo incondicional y constante de instituciones privadas y públicas para la incorporación de estos jovencitos a la educación formal, ellos van a sus escuelas y liceos como cualquier otro niño. Además su modo de vida es lo más parecido a lo que puede encontrarse dentro de un grupo familiar.”

Si desea conocer más de esta organización puede visitarlos en Quinta la "Princesa", Urb. Caribe 
Av. Guaiqueri, Caraballeda - Edo. Vargas, comunicarse por los Teléfonos: (0212) 355.9089 / (0212) 9930642 ó vía email: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.">informacion@casahogaralfin.org

Mauro Libi Crestani: La inteligencia emocional y los negocios

Por Mauro Libi Crestani. Gerenciar un negocio con éxito equivale al manejo de varias herramientas, entre las cuales se destaca la inteligencia emocional. Sí, esa capacidad del manejo de las emociones permite el impulso de nuestra conducta y de por supuesto de las relaciones con otras personas, con el entorno. 

La inteligencia emocional permite gestionar grupos de trabajo con objetivos comunes y lograr que las metas se concluyan de una manera eficiente. Para gerenciar los recursos humanos hay que tener presente sin duda alguna las herramientas del control de las emociones. 

Los expertos señalan que los gerentes de empresas que han recibido algún tipo de formación en inteligencia emocional han incrementado la productividad de sus empresas en un 18.1%. Esto no sólo confirma las ventajas del concepto, sino que además desmonta el mito según el cual la gestión de compañías sólo puede llevarse a cabo a través de métodos racionales.

 Ese estudio señala que las personas que lideran las organizaciones empresariales deberían tener las siguientes características: 

Autoconocimiento: conocer y manejar sus propias emociones en el día a día. Esto le ayudará gestionar con mayor acierto las distintas tareas que se proponga.

Autocontrol: del mismo modo, debe saber cuáles son los límites de cada emoción y en qué casos es preciso transmitir o generar algunas de ellas.

Empatía: el directivo debe ser capaz, sobre todo, de reconocer las emociones en las personas que tiene a cargo y ponerse en su lugar. Ésta es una de las reglas esenciales de la inteligencia emocional.

Habilidades sociales: con el tiempo, un líder que aplique la inteligencia emocional desarrollará aptitudes para la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la capacidad para gestionar momentos de crisis y la comunicación eficaz y oportuna.

Flexibilidad: el líder rígido e inflexible es una especie en vía de extinción. La idea es fomentar un perfil más propicio a la comprensión y el diálogo.

Optimismo: los proyectos sólo tienen éxito si al frente se encuentran personas que crean en la consecución de los objetivos. La inteligencia emocional también consiste en saber transmitir estas actitudes para que se incorporen a la rutina de los grupos.