Por Mauro Libi Crestani. En la vida hay muchas oportunidades
para lograr los objetivos que uno se propone. Lo más importante es saber que se
es capaz de asumir los retos, trabajar disciplinadamente para conseguirlos y
prepararse para el fracaso. El hecho de ser emprendedor es una decisión
personal y en algunos países se han venido experimentando variables
transformadoras en la población cuya actitud
innovadora ha ampliado las opciones de crecimientos de cientos de
emprendedores.
Un estudio elaborado en Colombia deja claro que todas las personas tienen un talento y la especial habilidad para emprender, pero muchas no lo saben. Si el grueso de las personas se activa podrían lograr mayores oportunidades de realización en los que desean.
El estudio señala que en los países en desarrollo, la creación de nuevas iniciativas empresariales es altamente beneficiosa, ya que las mismas además de contribuir con las alarmantes cifras de desempleo, permiten explotar nuevos nichos del mercado, se incrementa la producción de mercancía o servicios y se le inyecta a la economía una dosis de optimismo que se requiere en estos tiempos difíciles. Comenta el documento que miles de personas empiezan a ver los emprendimientos no sólo como un ejemplo sino como la solución real a los problemas que enfrentan. Cada vez se busca que la mayoría de las personas aceptan desarrollar sus actitudes de emprendedor en un marco de mejoramiento continuo de sus potencialidades con miras a una mejor calidad de vida en el trabajo.
Los expertos señalan que para lograr una iniciativa empresarial exitosa lo ideal es es vivir de aquello que le divierte, vivir con todo aquello que sea acorde con su estilo de vida y con sus capacidades. Por ello es recomendable seleccionar el área de su negocio de acuerdo aquello que le produce pasión y ganas. Lo más importante para usted en términos de satisfacción personal: ganar dinero, adquirir fama, prestar un servicio a la sociedad, responder a un reto.
Cuando las personas están decididas a crear una empresa deben hacerlo por convencimiento no por necesidad. Los emprendedores no nacen sino que se hace con base en experiencias humanas y profesionales.
Debe hacer una evaluación sobre cuál es el nivel mínimo de ingresos que necesita para satisfacer sus necesidades básicas, ilusionarse al máximo y buscar buenos asesores.
Existen muchos más pero si tan solo observamos estos como principales cimientos estaremos cumpliendo con la exigencia del emprendedor el cual consiste en renovar su mente, tener un nuevo espíritu, una nueva mentalidad que logra que el hombre no espere, sino actué. Es preciso pues desarrollar una nueva filosofía de la vida que obliga al hombre a tomar muy en cuenta sus deseos y los convierte en obligación hacia su medio.
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