Un
empleado feliz es más productivo, afirmación que yace de la teoría
organizacional “si el trabajador está
motivado, fluye el trabajo y se incrementa la productividad de la
empresa”. Lo anterior va ligado a las recompensas emocionales que recibe el
trabajador de acuerdo con las políticas retributivas que le brinde la
organización.
Para el
empresario venezolano Mauro Libi, el
incentivo laboral y el buen ambiente de trabajo forman parte de los
instrumentos que pueden apoyar a la empresa en su camino hacia una mejor
organización del trabajo y optimización del tiempo, “de esta forma la empresa
contará con empleados productivos y el éxito de la misma se verá
reflejado en sus resultados”.
Su
experiencia en líder de empresas como Frío
y Servicio Macaracuay (Frimaca) e Industria
y procesamiento de cereales (Inproceca), demuestra que “un empleado motivado, que se siente a gusto trabajando, aumenta su
rendimiento, atiende bien al público; además no se limita a realizar sólo las
labores correspondientes a su cargo, sino también promueve otras en busca del
mejoramiento de la empresa, es decir, participa más en la búsqueda de los
objetivos y puede aportar ideas nuevas”.
El
empresario Mauro Libi destaca
aspectos que podrían generar una ruptura en las relaciones laborales que
afectarían el desempeño y crecimiento de la organización, entre ellas está, el
ignorar las capacidades que el trabajador pueda tener y que además no le
permitan ascender a cargos importantes, consecuencia de ello, que éste busque
otras alternativas de empleo que pongan a valer sus potencialidades.
El otro aspecto negativo es el crear falsas expectativas, por lo que el trabajador se forjará una idea de aquello que nunca llegará.
Libi explica que para generar
motivación han de considerarse los siguientes tips:
-
Mejorar el clima laboral.
-
Tratar adecuadamente al personal.
-
Emplear canales de comunicación de acuerdo a
diferentes situaciones que se presenten.
-
Mantener buenas relaciones con el equipo de
trabajo.
-
Evaluar al equipo constantemente y de
existir fallas, corregirlas sin que éstas perjudiquen el autoestima del
trabajador, por el contrario, motivarlo para que su desempeño sea cada vez más
eficiente y competente.
-
Propiciar en el equipo el aprecio, sentido de
pertenecía, participación y autonomía.
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