El tema del desarrollo vertiginoso de la robótica genera en muchos lugares del mundo temor por el futuro de las plazas de trabajo. En los países desarrollados ya se empieza a ver el nuevo panorama que trae la robótica para la población trabajadora. Un ejemplo de miles de trabajos que se perdieron con el avance de este tipo es -entre otros- los peajes, llamados "tolls" en inglés.
En nueva parte del mundo desarrollado, anteriormente el conductor debía pararse, pagar con monedas o billetes el monto que costaba cada carretera. Gracias al desarrollo tecnológico los empleados de cada peaje están siendo sustituidos por dispositivos que permiten que el usuario pague de manera electrónica y el monto de cada peaje es cargado directamente a su tarjeta de crédito. Incluso, en muchas ciudades el asunto ha avanzado tanto que el dispositivo es la única vía que existe para circular por las transitadas autopistas o puentes. Si el conductor no tiene el dispositivo, y pasa, entonces deberá pagar una multa que le llegará a su casa por vía de otra máquina que registra los datos de los conductores y emite el ticket de penalización sin la intervención del hombre. Aún no se conoce cuántos empleos se eliminaron por esta innovación que le ahorra a los gobiernos mucho dinero.
En un artículo publicado en el diario El Mundo se reseña que la Fundación Innovación Bankinter lanzó la XXIV publicación de su think tank (Future Trends Forum), bajo el título: "LaRevolución de las Máquinas".
De acuerdo a la nota de prensa esta publicación analiza las repercusiones que tendrá sobre nuestro entorno social, económico o laboral la implantación de esta nueva generación de máquinas inteligentes que nos acercará a un mundo cada vez más competitivo.
El artículo se pregunta lo siguiente: ¿Tendrán estas máquinas la capacidad de sustituir a los humanos? ¿Qué papel jugarán las personas en el nuevo entorno laboral? ¿Deberemos acostumbrarnos a sociedades en las el desempleo masivo sea una constante? ¿Están los Estados preparados para estos desafíos?Según los expertos del Future Trends Forum, la nueva generación de máquinas ha alcanzado un asombroso nivel de desarrollo: capaces de adquirir destrezas a través del aprendizaje y de seguir complejos patrones de comportamiento.
Más adelante dice: Son máquinas que, al contrario que los robots manufactureros, colaborarán con los humanos en el desarrollo de tareas complejas e incluso podrán llegar a sustituirnos, incrementando la eficiencia laboral. Los expertos creen que se tendrá que reinventar el concepto mismo de trabajo y la aportación de valor de los propios trabajadores.En ese aspecto, estos nuevos compañeros traerán desafíos nunca vistos: La robotización del trabajo hará que millones de trabajadores sean "inempleables".
Igualmente la reseña de prensa asegura que los trabajadores necesitarán ser formados en nuevas habilidades que les permitan adaptarse a unas nuevas formas de trabajar y a unos empleos más volátiles y flexibles, organizados por tareas concretas, en los que se impondrá una movilidad extrema no solo en lo geográfico sino también en lo funcional.
Asimismo, se destaca que las organizaciones y las empresas deberán reorganizarse, centrándose en ser más creativas y en aprovechar la inteligencia de sus empleados humanos. La formación y la educación deberá reinventarse, poniendo el foco en aptitudes relacionadas con el aprendizaje tecnológico, desarrollando planes continuados de formación empresarial que aseguren la empleabilidad de los trabajadores a lo largo de toda su vida laboral.Otra de las tendencias de futuro destacadas por los expertos de la Fundación son los "wearables", ingenios robótico-tecnológicos que permitirán al ser humano superar sus límites físicos y mentales.
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El reto de esta nueva revolución pasa por extender al máximo las posibilidades y el alcance de estas tecnologías, lo que requerirá importantes programas de infraestructuras que permitan su implantación social y que hagan más barato y accesible el acceso a estas nuevas tecnologías, sobre todo en los países menos desarrollados. Para que estos cambios se desarrollen harán falta líderes políticos, empresariales y sociales que tengan claro el reto al que nos enfrentamos, y que sepan adaptar los modelos económicos, productivos, sociales, de consumo, educativos o regulatorios al nuevo entorno, para extraer de él todo su potencial y "ayudar así a alcanzar unas cuotas globales de riqueza y bienestar nunca antes registradas".
La historia de este empresario es absolutamente extraordinaria. Hijo de un inmigrante libanés que llegó a México en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, reconoce que la primera vez que ganó dinero fue vendiendo barajitas de beisbol y dulces. A los 12 años cambió los caramelos por las acciones. En 1984 compró Seguros de México para posteriormente crear el Grupo Financiero Inbursa. 
