Cuando nos referimos a los factores que han determinado
el éxito de nuestro negocio, casi siempre nos centramos en el cliente, la
necesidad de conocerlo, atraerlo, persuadirlo y fidelizarlo. La forma de comunicarnos
con ellos y los planes estratégicos para lograr ese cometido.
Sin embargo, en mi experiencia de tantos años, debo reivindicar
todo el esfuerzo para lograr y consolidar un buen equipo humano cuyos niveles
de integración, satisfacción y motivación hacen posible llegar a nuestros
clientes.
No ha sido tarea fácil llegar hasta aquí. Ciertamente han
sido años de conocimiento, aprender de los errores, aplicar correctivos y
seguir adelante hasta conformar un recurso humano acorde con el compromiso de ofrecer
productos y servicios de calidad. Siempre con la fe y la buena disposición de establecer un
ambiente de camaradería y una relación ganar-ganar más allá de las normativas
que rigen la materia.
Y para ser sinceros, la
motivación no lo es todo. Se trata de un proceso largo y contínuo de
invertir y gestionar en capacitación, incentivos, bienestar familiar, ambiente
laboral, ascensos y reconocimientos. Todo ello de acuerdo a las circunstancias, necesidades y
aspiraciones de cada caso.
Sólo cuando hayamos establecido una relación de
confianza, respeto y valoración mutua, obtendremos las condiciones para lograr
esa motivación que los impulse a identificarse con la misión y destacarse por
un desempeño eficiente, realizado con entusiasmo y optimismo.
No olvidemos que, al igual que los consumidores, estamos
frente a un grupo de profesionales, técnicos y obreros de diversas edades y
disciplinas mucho más informados, acuciosos, exigentes y sensibles en la
defensa de sus derechos. Por lo que tenemos el reto de escucharlos, conocer sus
necesidades y metas personales, valorar su trabajo, demostrarles confianza y
respeto y, sobre todo, hacerlos sentir parte de la organización para que así
pueda ser efectivo cualquier tipo de
motivación que los induzca a dar lo mejor de sí en función del éxito de la
empresa.
Un personal motivado, no solo se convierte en aliados de
nuestro éxito. También es fundamental para lograr en ellos mayor compromiso y
rendimiento laboral, ayuda a generar ideas innovadoras, atrae y retiene empleados
valiosos, incide en la competitividad, minimiza los inconvenientes y favorece
la imagen corporativa, porque una empresa que dedica parte de sus recursos en
su equipo humano es un verdadero plus que percibe y valora la comunidad.
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