miércoles, 13 de septiembre de 2017

10 hábitos que te llevan a la excelencia laboral



Cuando escuchamos hablar de excelencia, la gente suele apreciarlo como un don, un atributo que se tiene o no se tiene, un valor de pocos, y no como una cualidad producto del esfuerzo, disciplina y constancia que debería estar presente en cada uno de nosotros, no solo en el desempeño laboral sino en todas las facetas de nuestras vidas.
Y ese es el punto que hoy quiero compartir, no podemos valorar y procurar lo que no se conoce. Es preciso inculcar en nuestros colaboradores la importancia de la excelencia y sus formas de alcanzarla.

Siempre me he declarado enemigo de la mediocridad y sus efectos en el ámbito laboral, empresarial y social. Y el antídoto para este mal que envilece y carcome el desarrollo humano es precisamente la excelencia vista en forma integral, aquella que rige nuestros actos y nos hace mejores personas.

La búsqueda de la excelencia es una práctica diaria, un camino en el que se aprende constantemente y que te eleva a alcanzar metas que te ayudan a superarte como individuo y como ciudadano.

Si quieres dejar de ver a la excelencia como una cualidad de algunos y adoptarla a tu vida para mejorarla y enaltecerla, observa estos hábitos que pueden ser el inicio de un cambio importante en tu quehacer diario:

1.- Puntualidad. Sin duda alguna un buen inicio para relacionarte con los demás con respeto y profesionalismo.

2.- Planificación. Tener clara tus tareas del día, las metas inmediatas y las expectativas a largo plazo te colocan en posición de ventaja frente al uso del tiempo, las decisiones posibles y el manejo de los imprevistos.

3.- Administra tu tiempo y tus energías.- Identifica y aprovecha tu propia curva de rendimiento y organiza las labores en función de ello.

4.- Trabaja en equipo. Aprende a delegar, a comunicarte efectivamente, practica el compañerismo y sácale partido al plus que se deriva de esa sinergia en función del logro de los objetivos.

5.- Procura ser la solución en lugar del problema. Con eso me refiero a que recurras a tus capacidades para afrontar con la mayor autonomía posible la resolución de conflictos, en lugar magnificar el asunto y depender a que otro lo haga.

6.- Asume tus limitaciones.- La excelencia supone calidad, y muchas veces esta no se manifiesta porque asumes tareas que no te corresponden o para los cuales no estás preparado.

7.- Analiza y aprende de los errores.- Reserva un tiempo para evaluar tu trabajo y detectar fallas para así mejorar los procesos y convertir los errores en un aprendizaje.

8.- Higiene mental y manejo del stress.- Separa tu vida laboral de la personal, respeta tus momentos de descanso y entretenimiento. La excelencia no se manifiesta cuando permaneces tenso, recargado y preocupado sino cuando hay un equilibrio emocional.

9.- Actualízate permanentemente.- El conocimiento oportuno y en constante renovación es clave para lograr resultados excelentes.

10.- Empatía y solidaridad.- No desdeñes tu lado humano, ese que te permite una conexión efectiva con tus semejantes y que le aporta calidad a tu desempeño.

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