miércoles, 27 de enero de 2016

Mauro Libi Crestani: Somos lo que repetidamente hacemos

Por Mauro Libi Crestani. La frase con la que iniciamos esta entrada corresponde al filosofo griego Aristoteles. Creo que el célebre pensador tenía toda la razón. Los manuales de alto rendimiento destacan que las personas pueden construir cualquier habilidad o capacidad de la misma manera como un deportista trabaja un músculo, para lo cual se requiere un esfuerzo considerable repetidamente.

Las personas pueden conseguir cualquier cosa que se propongan en la vida si trabajan incansablemente para ello. aquellos que realmente desean lograr sus metas deben desprenderse de los impedimentos emocionales y los ajenos, no hacerle caso a las críticas de quienes lo rodean. Si se puede conseguir cualquier cosa que uno se proponga.

Varios  estudios han definido el talento como: "Más de 10.000 horas de práctica en la potenciación de cualquier habilidad que deseemos". Si se desea ser realmente excelente en algo, hay que involucrarse y prepararse mentalmente para recibir la frustración, reveses y fracasos. De esta forma, la recompensa llegará al final.

Por mi experiencia personal estoy convencido que hacer el trabajo más duro en primer lugar, para sacárselas de encima lo antes posible.Si tienes 2 tareas que hacer, de las cuales una te va a requerir mucho esfuerzo y a la otra ya estás más acostumbrado, aprovecha la vitalidad y energía para enfrentarte a lo más duro y verás que los resultados no te defraudarán.

Otro aspecto que hay que tomar en cuenta es que el camino al éxito es un aprendizaje constante. Leer, formarse. Hay que asentar primero las bases del conocimiento para después construir un edificio sólido sobre esos cimientos.

Otro aspecto que es necesario desarrollar es la disciplina. La disciplina es una clave importante para lograr el éxito, ya sea como empresario, deportista, estudiante. Un empresario o ejecutivo necesita ser disciplinado para conseguir sus objetivos. Igualmente, hay que ponerle pasión. Si tuviéramos que definir el secreto del éxito, sería un 50% de pasión y un 50% de práctica, disciplina y perseverancia.




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Mauro Libi Crestani: Buscar la solución minimizando el problema

Por Mauro Libi Crestani. Hace algunos años conocí a Manuel, un técnico electricista que un día me arregló un problema de cableado en casa. Conversador, hablé con él sobre sus proyectos, y me contó que había empezado con su propia empresa, pero que abandonó la idea al poco tiempo, porque las cosas no habían marchado como él lo había imaginado. Así, me dijo que cometió un error que echó por tierra su sueño de ser empresario, y es por ello que desde entonces se ganaba la vida trabajando para otros. Con pesar me dijo que el éxito no se había hecho para él, y que él se había olvidado de ser financieramente independiente.

Manuel me repitió varias veces que todo le salía mal, que siempre le sucedía lo mismo y que cada vez que algo bueno le pasaba, por alguna razón se le caía, y toda su vida empezaba a ser un desastre, que era pues un fracasado. Recuerdo que invité a Manuel a tomar un café luego de las reparaciones y le hice hincapié  en que el problema no era la vida ni la ala suerte sino su pensamiento pesimista. Manuel había aprendido a ver las cosas desde un enfoque negativo, que lo conducía a desarrollar una conducta ineficaz, por lo cual se rendía con mucha facilidad.

Le comenté a Manuel que había muchas personas como él, que solían distorsionar la realidad,  convirtiendo un problema o dificultad en una catástrofe. Le hablé de lo importante del optimismo para crecer e incrementar las posibilidades de éxito. 

Manuel me replicó diciéndome que por años había escuchado que los optimistas eran unos seres que negaban la realidad, se envolvían en una burbuja que no les permitía dar importancia a las cosas para no preocuparse. 
Ese día mi amigo entendió la importancia de desarrollar un proceso de pensamiento que permite tener confianza en sí mismo y aunque las cosas no vayan bien, sí se trabaja con ahínco se pueden conseguir oportunidades para mejorarlas.

Las personas optimistas crean la capacidad para enfrentar las adversidades, aprenden a sobre ponerse a los obstáculos, a los errores y no desisten, nunca se dan por vencidos.

El Optimista enfrenta el problema, minimiza el impacto en su vida y se dedica a resolver, a buscar solución. Los optimistas son persistentes y mantienen sus acciones en dirección de sus objetivos, a pesar de las dificultades a las que puedan enfrentarse, considerándolos sólo como contratiempos o problemas temporales, que quizá pueden retrasar la consecución de su objetivo pero no impedirla. 

Las personas optimistas incrementan su nivel de realización y crean beneficios en su calidad de vida y en sus emprendimientos. El optimismo se puede desarrollar internamente cambiando el negativismo por el pensamiento positivo, elevando el autoestima y la fortaleza espiritual, aprendiendo a persistir en el logro de sus metas y trabajando duro para alcanzarlas.


Luego de varios años, Manuel entendió y recapacitó, hoy en día es el dueño de su propia empresa, tiene 25 empleados trabajando para él, y siempre va a mi casa u oficina, no solo a resolver los problemas eléctricos  sino a conversar sobre sus nuevos planes y proyectos. Es, un hombre optimista y triunfador.



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martes, 26 de enero de 2016

Mauro Libi Crestani: Las empresas y la psicología positiva

Por Mauro Libi Crestani. Cada vez son más las empresas que deciden invertir recursos, esfuerzos y tiempo en inyectarle una dosis de psicología positiva a sus empleados. La poderosa tenencia busca que los trabajadores superen sus actitudes derrotistas y sean capaces de desarrollar su talento y sus rasgos positivos.

Las empresas invierten porque han visto resultados extraordinarios. Los empleados optimistas y sincronizados con los objetivos de la empresas se anotan al equipo ganador, son triunfadores y aportan lo mejor de sí a la organización.

Uno de los talleres que más acogida ha tenido en el mundo empresarial es uno basado en el Poder del Pensamiento tenaz de Norman Vincent Peale. El Centro Peale de Michigan elaboró un programa sistematizado dirigido al mundo empresarial que logra desarrollar mayores niveles de realización personal y desempeño profesional.

El poder del pensamiento positivo en las empresas estimula a los trabajadores para que se concentre en el pensamiento racional positivo y no en las creencias autolimitantes y los automensajes negativos y  les enseña una vía para que desarrolle y fortalezca los 10 rasgos de un pensador positivo.

No hay duda que los resultados son altamente apreciado por las empresas ya que permite que los empleados generen en poco tiempo una mayor capacidad para enfrentar las situaciones y las personas difíciles, tanto en el ámbito empresarial como en la vida personal.




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