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lunes, 15 de mayo de 2017

Mauro Libi: ¿Existe una fórmula para alcanzar el éxito?





Todos quieren alcanzar el éxito en cada una de sus áreas de acción. ¿Qué emprendedor no aspira que su negocio llegue a convertirse en una gran corporación? ¿Cómo lograrlo? ¿Existe acaso una fórmula? Son muchas las publicaciones que hablan de cómo lograrlo, pero según algunos, sencillamente esto es mentira.

¡No existe un fórmula para lograr ser exitoso y punto!, sostienen.

Determinar quién tiene la razón sería iniciar una discusión bizantina de nunca acabar.

Unos seguirán apostando a sus trucos, mientras que los otros seguirán negándolo.

Pero, entonces, ¿qué hacer para lograr el éxito?

Lo que en esta entrega podemos decir es que se requiere ser persistente, no desmayar en el objetivo de alcanzar el tan ansiado éxito, pues se consiga o no, lo importante habrá sido dar la batalla.

La mayoría obvia hablar de la persistencia porque sencillamente lo que significa es que hay que trabajar y hacerlo duro. Eso, al parecer no resulta ser un “tip” nada atractivo ni divertido que dar a conocer. Todos están esperando que le develen el secreto, la fórmula mágica y una respuesta de tal naturaleza ¡trabajar!, no es la que estaban esperando.

Lo cierto es que, divertido o no, es simplemente lo correcto. Cuando se trabaja con constancia, con pasión, con tenacidad y perseverancia, los buenos resultados terminan siempre llegando. 

Hay que abandonar la zona de confort, ajustarse el cinturón y fajarse con el trabajo.

Cada emprendedor, cada ser humano, tiene y debe crear sus propias oportunidades, labrarse el camino, allanarlo. Quienes están dispuestos a ello, quienes se resisten a esperar sentados que del cielo le lluevan las glorias, está “out”, fuera.

Incrementar los intentos. En eso consiste el asunto: Si hoy lo intentó veinte veces, pues entonces mañana pruebe con veinticinco.

Eso sí, motívese, dese razones para persistir en la lucha. Establézcase metas y comience a echarle ganas.
Determine con precisión lo que lo hace feliz y comience a avanzar en esa dirección.



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lunes, 8 de mayo de 2017

Mauro Libi: ¿Cuál es la situación actual de su empresa?




¿Le preocupa que su empresa a más de cinco años de establecida no produce las ganancias que usted desea o que, al menos, estimaba, debería producir a la fecha? ¿Tiempo atrás su negocio fue exitoso pero ahora apenas alcanza el dinero que produce para medio pagar los gastos fijos y las deudas? ¿A pesar de tener buenas ventas presenta flujos de caja?

Si se encuentra en estas situaciones tal vez sea el momento de parar y replantear los objetivos y metas de su negocio.

Igualmente es una necesidad hacer esta revisión si su empresa presenta problemas de toda índole de los cuales usted desconoce su origen.
 
Las diferencias con los socios o con sus trabajadores también pueden afectar el crecimiento de su organización y pese al arduo trabajo su salud y calidad de vida está afectada.

Las organizaciones también pasan por momentos en los que se presentan buenas oportunidades de expandir el negocio y las operaciones usted siente que ha perdido el control del negocio.

¿Qué está pasando? ¿Es posible crecer bajo tales circunstancias?
Pues, sencillamente buscar ayuda y orientación de quienes saben y dominan la materia.

Tal vez sea el momento de que recurra a un consultor empresarial de los cuales los hay especialistas en las diferentes áreas del desarrollo organizacional.

Los consultores financieros son los indicados en el caso de presentar problemas con sus finanzas.

Deslástrese de los miedos. Muchas veces los empresarios, principalmente aquellos emprendedores que están acostumbrados a tener el control de todas las áreas de la organización, son renuentes a dejar que alguien más meta las narices en su negocio.

Déjese de tonterías, admita que tiene problemas y busque a los que saben, a expertos que pueden quitarle la venda de los ojos con relación a metodologías y procedimientos que usted daba por idóneos y que pueden ser en realidad la causa de todos sus problemas.

El primer gran paso es admitir que tiene problemas y, al haber identificado estas situaciones en su empresa, este es un paso que al parecer ya usted dio y, por lo tanto, ya tiene parte del camino andado.



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viernes, 5 de mayo de 2017

Mauro Libi: La productividad también es cuestión de esfuerzo personal





Si no hay productividad sencillamente no hay negocio. Toda organización surge con el objetivo de ser productiva. Esa es la apuesta, pues de ello derivará la rentabilidad que todos buscan al montar un negocio. Pero la productividad no es un asunto que únicamente dependa de los factores externos al trabajado, sino que igualmente exige de su esfuerzo personal.

Ya en varias ocasiones hemos referido cómo la motivación o los beneficios que desde la organización se hacen favorecen la productividad de los trabajadores, pero esta vez queremos subrayar que existe otro factor igualmente importante: el propio trabajador. Y es que sin la predisposición y buenos hábitos de este, será imposible lograr un resultado positivo.

El procrastinar y los ladrones de tiempo son los enemigos número uno de la productividad del trabajador, pero no son los únicos, pues hay que adicionarles. ¿Cuáles son? Veamos:

1. Evitar la multitarea. Entiéndalo, no es posible hacer dos o tres actividades a la vez. El ser humano no está en capacidad de hacerlo. Por tanto, es absolutamente falso que esta práctica incremente la productividad, por el contrario, aleja al trabajador del rendimiento óptimo y se termina por no dar lo que requiere cada labor.

El cambio o alternancia de actividades sólo trae consigo desconcentración y ralentización del tiempo de acción.

Utilice el tiempo en las actividades importantes y llévelas a cabo una a la vez. Enfocándose en cada labor hará rendir más las energías y realizará un trabajo más óptimo.

2. Clasifique las actividades según su importancia. Organice o agende las tareas atendiendo en primer lugar las urgentes y prioritarias.

3. Manténgase alejado de las distracciones. Aléjese de los elementos distractivos como el teléfono o tableta. Concéntrese para evitar esos otros factores con los que no puede poner distancia, tales como las redes sociales, correo o páginas no productivas.

4. Descarte las actividades improductivas. Hay tareas que sencillamente no son provechosas, por tanto, no las haga, no pierda el tiempo con lo que no aporta nada.

Organizarse le hará más productivo, sin dudas, sólo es cuestión de hacer una agenda y cumplir rigurosamente con lo allí establecido.

Incrementar la productividad en las empresas reduce costos, aumenta la competitividad y mejora la moral y la recuperación de la inversión en los empleados. 




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lunes, 20 de junio de 2016

Mauro Libi Crestani: Claves del éxito empresarial

Por Mauro Libi Crestani. Todas las empresas exitosas tienen una estrategia basada en cuatro aspectos esenciales: valores, misión, visión y propuesta de valor para el cliente.

Los valores empresariales consisten en las creencias básicas que rigen el comportamiento en cualquier organización. Es indispensable que se definan en términos útiles, pues facilita las tomas de decisiones de los empleados.

En cuanto a la misión empresarial, ésta define la razón de ser de la empresa, el propósito de la organización, alineado con sus valores empresariales, lo que permite el desarrollo de un plan de negocios coherente.

Por su parte, la visión empresarial está conformada por los valores empresariales y es una extensión de la misión empresarial. Incluye un plazo y mide lo que la empresa quiere lograr en un futuro. Así mismo, permite analizar los avances estratégicos en un período de tiempo específico. Es la meta más importante de una empresa, pues marca el destino a alcanzar.

Finalmente, una propuesta de valor es el conjunto de beneficios que se darán al cliente. La clave para su éxito es conocer al cliente y las propuestas de valor de los competidores para poder diferenciarse.  Las empresas exitosas definen su propuesta de valor y cada empleado la conoce.

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Mauro Libi Crestani: Empleados motivados son empleados productivos

Por  Mauro Libi. La columna vertebral de las empresas son sus empleados. Si una organización no es capaz de mantener motivados a los empleados, lo más probable es que tenga problemas de productividad y rotación de personal, lo cual causa problemas con el cumplimiento de las metas.

Nosotros en Avelina y el resto de las empresas del Grupo, entendemos muy bien la importancia de tener empleados felices y hacer todo lo que esté en nuestras manos para que sean más productivos. A través de una serie de estrategias hemos logrado sembrar una cultura laboral pro- productiva y alegre que nos permite funcionar para lograr el éxito de nuestros objetivos.

Uno de los consejos que más ejecutamos es hacer que el trabajador sepa lo que esperamos de él, para que pueda identificarse con su rol en la empresa.  
La comunicación efectiva es también muy importante, por lo que debes conocer los gustos e intereses de tus empleados.


Además, debes ser claro cuando impartas instrucciones. Es importante que antes de dar una orden tengas definido el objetivo de la misma. 

Por otro lado, es fundamental expresar reconocimiento, felicitar al empleado por un buen trabajo y hacerlo públicamente.

No debes dejar a un lado las oportunidades de capacitación y crecimiento dentro de la empresa, ya que muchos empleados se sienten frustrados y buscan otros trabajos cuando se encuentran estancados por mucho tiempo.

Finalmente, hay que recordar que trabajas con seres humanos y debes encontrar un equilibrio entre su vida personal y la laboral, porque todos tenemos necesidades.

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