Habría, podría tener, debe tener. Esas tres expresiones no deben usarse
nunca en su vida o en su negocio. Esa palabra no es buena para una persona de
éxito. Cuando dices algo debe ser en serio. No hay excusas aceptadas. Esas tres
expresiones son expresiones de excusas. La palabra tiene que ser sagrada. La
gente exitosa debe tener seguridad de palabra. Cuando dices algo, esa es la
forma en que va a ser. No hay excusas, no te preocupes.
Tus clientes deben saber y estar totalmente seguros de que usted esta
diciendo la verdad y no no sólo hablar. Actúas. Cuando hablamos acerca de la
gestión del tiempo, hablamos acerca de permitir tiempo adicional para
percances. Las cosas pasan. Sí usted no puede ser capaz de obtener ciertas
partes necesarias para terminar un trabajo entonces tiene que actuar. Un
gerente extraordinario habría previsto una prórroga en la estimación del tiempo
que ha dado a su cliente desde el principio. Ahora que tenemos el tiempo extra,
podemos buscar maneras alternativas de conseguir lo que necesitamos para que
podamos terminar a tiempo ese trabajo. Actuamos incluso cuando el ambiente no
es tan amable. Mantenemos nuestras promesas. Una promesa es sólo palabra vacía
a menos que pueda ser respaldarlo con una conclusión exitosa y un cliente
feliz.
Un gerente extraordinario
nunca procrastina. Ellos nunca utilizan la excusa de que el mercado no está
maduro para iniciar ese proyecto en este momento. Que ahora no es un buen
momento. Un buen gerente modificará el plan para adaptarse a la circunstancia
actual, y seguramente va a encontrar la manera de que sea un éxito. Un
procrastinator encuentra razones del por qué ahora no es un buen momento para
hacer este proyecto. Una persona orientada a la acción está demasiado ocupado
trabajando en la tarea, adaptándolo a la actual serie de circunstancias y listo
para su próxima victoria.
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