Cumplir las metas que solemos escribir en un papel en diciembre y que luego dejamos por ahí al azar sin hacerles un seguimiento. Las metas del nuevo año deben ser planificadas, con un mapa de ruta que nos permita mejorar como seres humanos y alcanzar los objetivos. Una nueva lista de propósitos es una caja de oportunidades para lograr un nuevo comienzo, abandonar lo que no ha funcionado en nuestras vidas o negocios, y reescribir una nueva página de nuestra historia.
Para no frustrarse lo mejor es hacer un plan de metas alcanzables, realistas. Plantearse una especie de transición a lo que queremos. La idea es proponernos metas concretas y mantenernos enfocados para ejecutarlas en un tiempo prudencial.
Lo mejor es trabajar en las grandes metas y a la vez proponerse pequeños objetivos que se conviertan en pequeñas victorias que debemos celebrar como éxitos. Aunque nuestras metas sean ambiciosas debemos siempre contemplar un plan de etapas cortas que nos permita celebrar y mantener esa sensación de triunfo de estar avanzando hacia nuestro gran final.
Mantener el pensamiento positivo y la visualización para conseguir coronar con éxito los objetivos es fundamental. Debemos estar totalmente convencidos de que lo que nos estamos imponiendo es algo que realmente queremos y no algo que estamos buscando para complacer a alguien o para conseguir algo momentáneamente.
Prepárate para el 2016 con optimismo y alegría, trabaja con pasión y recuerda que el camino al éxito está lleno de obstáculos que sólo los que desean llegar a la cima pueden superarlos.
