Hay una diferencia entre la gente que le pone
pasión a lo que hace y los otros que cumplen con sus responsabilidades solo por
un deber o porque tienen que poner comida en la mesa y pagar las facturas a
finales de mes. Los primeros son los triunfadores,
los que disfrutan lo que hacen, tienen convicción. La pasión nace muchas
veces en nuestra historia personal, las experiencias clave, lecciones y valores
que nos definen.
La mayoría de la gente exitosa usa la pasión como motor para las ideas, la pasión
nos permite impulsarnos, superarnos a nosotros mismos, generar el coraje para
asumir riesgos y aprender y reponernos de los fracasos.
Los empresarios de éxito tienen conciencia sobre los valores de la sociedad y buscan
conectarse con ellos y sembrar la idea de satisfacción, beneficio o cambio.
Presta atención a las cosas que te importan y te
preocupan, convierte el deseo de cambio en una idea que solucione los problemas
y genere empatía entre los demás. Los emprendedores
creen en sus propios instintos, piensan en grande sin olvidar los pequeños
detalles .
Por Mauro Libi
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