miércoles, 26 de agosto de 2015

Mauro Libi: Las Crisis y los empresarios

Para muchos las crisis son la hecatombe, el fracaso de un modelo. Sin embargo los que piensan así están equivocados y se los digo con mucho respeto. Las crisis deben ser apreciadas de manera positiva porque son un método de ajuste de los desequilibrios propios del sistema y le permiten a los empresarios visionarios aprovechar las oportunidades que presentan los cambios económicos.

Para entender este concepto necesariamente debemos saber que cuando se produce una face de crecimiento en el sistema, que conlleva a la generación de un exceso de capital constante, en el que han invertido los empresarios para reproducir y ampliar la producción y comercialización de productos y para bajar costos para competir, todo lo que implicó la disminución de la tasa de beneficio de las empresas. 

La duración y los efectos de la crisis son diferentes y en su mayoría regeneran en un tiempo prudencial la rentabilidad a los negocios, lo que conduce a un nuevo período de crecimiento.

Son repetidas las experiencias de muchas empresas que se niegan a invertir en tiempos de crisis, puesto que no se produce la rentabilidad ni siquiera para poner a funcionar el aparato productivo, esto lleva a que la crisis.

En la crisis quiebran los empresarios menos competitivos. Las crisis permiten que los empresarios más avezados cambien sus estrategias y  su forma de hacer negocios hacia maneras más eficientes.

De hecho, vale recordar que las novedades en materia de producción surgen durante los períodos de crisis, en la búsqueda de nuevas transformaciones que mejoren la rentabilidad.

Los empresarios que sobreviven a la crisis y los empresarios que nacen durante las crisis comienzan un nuevo período de expansión, motivados por la recuperada rentabilidad.


Repito nuevamente las crisis deben ser vistas como oportunidades únicas para superarse, ser exitoso. 

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