Si de algo se siente satisfecho el presidente de Avelina, Mauro Libi Crestani es de haber puesto su esfuerzo junto al de un grupo de profesionales y voluntarios para hacer posible la creación y mantenimiento de la Fundación Casa Hogar al Fin.
Ubicada en la popular parroquia de Caraballeda, la fundación creada por Mauro Libi se ha convertido en un hogar lleno de amor y esperanza, que alberga a niños y adolescentes en situación de abandono, orfandad o de desprotección familiar.
Esta fundación, sin fines de lucro, es una organización privada que nació debido a la inquietud de una familia por proteger y atender a pequeños con problemas familiares.
En la actualidad, hay niños albergados en edades comprendidas desde un año hasta los 20 años, que cuentan con un equipo interdisciplinario para cubrir sus necesidades. Este grupo familiar trata de crearles valores y que lleven una vida normal.
Los menores son recibidos bajo una medida legal de protección cuando un tribunal determina que no pueden vivir en sus hogares, ni ser asistidos en sus derechos y garantías.
Cuentan con el apoyo incondicional de varias familias que se han abocado a la tarea de ayudarles, a través de donaciones, tanto de ropa, alimentos como de otras necesidades. También han sido respaldados por instituciones, tanto privadas como públicas.
Los niños que viven en la Fundación Hogar al Fin van a la escuela, acuden a tareas extracurriculares y salen a divertirse, todo bajo la supervisión de un equipo interdisciplinario integrado por psicólogos, administradores y trabajadores sociales que vigilan el entorno de donde provienen los menores.
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Aseguraron que su modo de vida es lo más parecido a lo que pudiesen encontrar dentro de un grupo familiar.
