Mauro Libi Crestani. Supongo que no me pasa a mi solo. De hecho muchos me lo comentan a diario. Las nuevas tecnologías han hecho que nuestra capacidad de recordar esté disminuyendo. ¿No les cuesta más cada día poner en su cabeza datos que antes de esta evolución tecnológica tenías en la mente?. Otra consecuencia del uso adictivo de la tecnología es la disminución de la capacidad que tenemos cada uno para concentrarnos y para ubicarnos en el espacio-tiempo.
En un libro del psiquiatra Jorge Schvartzman titulado “Tenemos Internet, Dios no ha muerto” este profesional asegura que los seres humanos perdieron las capacidades de profundizar en un tema específico. Schvartzman asegura que el esfuerzo de recordar fue sustituido por la facilidad de encontrar la respuesta inmediatamente con un clic en el celular.
Este profesional va más allá y asegura que los seres humanos estamos desarrollando nuevas facultades "Tendremos la capacidad de trabajar y de pensar diferentes cuestiones al mismo tiempo o saber encontrar fácilmente en el exceso de información algo que nos interese".
Schvartzman dice que el ser humano se va transformando en su manera de pensar y proceder, algo que ya no tiene vuelta atrás. El psicoanalista comenta que el meollo del asunto ya no es qué nuevos artefactos tecnológicos usaremos, sino cómo seremos, y responde que en base al uso de la tecnología seremos muy diferentes.
La ciencia ficción casi siempre jugó con el desarrollo de increíbles tecnologías, dejando de lado el efecto transformador que producen. Claro que la estructura básica del ser humano, la que vive en conflicto con las presiones sociales e internas, la que necesita amar y ser amado, la que sufre por no poder satisfacer sus deseos, a esa característica no se transformará pero hay conductas y capacidad que cambiarán con el uso de las nuevas tecnologías.
Schvartzman considera que los seres humanos están renunciando a la capacidad de innata de orientación geográfica gracias al uso del GPS. El dice que si no se usa una capacidad a la larga se pierde. "Nos convertimos en seres cada vez más desprotegidos al renunciar a muchas facultades que poseemos y volviéndonos absolutamente dependientes de las nuevas tecnologías que irán reemplazando las que habitualmente usamos. Algunas nuevas tecnologías terminan funcionando como prótesis, muletas imposibles de renunciar a ellas".
Por Mauro Libi