Por Mauro
Libi Crestani. Hay muchos amigos que se han acercado para comentarme sobre
sus nervios frente al panorama que vive el mundo. Las complejidades que han
traído la globalización, el cambio climático, el terrorismo, etc ha generado en
algunos la idea fatalista que no hay nada qué hacer, y que hay que esperar el
el fin del mundo sentado en un sofá, empantuflado. La buena noticia es que no
hay nada más lejano de la realidad, si bien todos quisiéramos vivir en
mundo sin problemas y donde no se requiera esfuerzo en alcanzar las metas que
deseamos.
El mundo
de hoy se caracteriza por el problema, y el hombre exitoso es aquel que es
capaz de asumirlos y resolverlos de manera inteligente y con una actitud
optimista. La vida es una lucha constante para vivir vencer, aprender. La vida
es un desafío constante que de no asumirse con la actitud y disposición, se
termina fracasado.
Los
desafíos de la vida se enfrentan con actitud positiva, con una perspectiva
correcta. No convirtiéndose en una víctima. Hay un refrán que dice: ”tu
actitud determina tu altitud” La actitud con la que unos asumen los
desafíos es la clave del triunfo o la derrota. Como ya hemos dicho, la
vida ha de tener un plan, un mapa de ruta a seguir, y si no hay metas por
alcanzar y obstáculos que superar entonces la visión de progreso se diluye para
dar paso a la la negatividad y la flojera.
Si no hay
metas no hay progreso, sin visión no se logra el éxito.
Por Mauro Libi