Por Mauro Libi.- Comencemos definiendo que la productividad
global es la relación que existe entre la producción de una organización y los
factores que han intervenido para alcanzarla.
Las grandes corporaciones se valen de este concepto para
incrementar los niveles de productividad a través del control y evaluación de
los factores y elementos que intervienen en los procesos de producción. ¿De qué
factores y elementos hablamos? Pues de las nuevas tecnologías, de los
trabajadores, su organización, los salarios, la distribución, entre otros.
Se trata de un indicador que busca determinar el valor de la
producción alcanzada por una empresa o emprendimiento, sea esta del tamaño que
sea, dedíquese a lo que se dedique. Lo importante es establecer el costo de los
medios e insumos que permiten conseguir la tan ansiada productividad.
Con el manejo de este indicador los cuadros directivos de
una empresa o emprendimiento estarán en posibilidad de conocer con lujo de
detalles el comportamiento y la estructura de la organización, al tiempo que
también podrán determinar cuáles son los puntos débiles de manera de poder
acometer los correctivos.
Una de las utilidades que tiene el establecer el nivel de
productividad global, es que las empresas pueden instaurar cuadros comparativos
entre los distintos ejercicios económicos o con otras empresas del ramo.
Igualmente, puede determinar cuál o cuáles factores han
facilitado el que la productividad global de la organización se ubique por
encima de la media de las organizaciones del sector. Por ejemplo, se conocerá
que tal o cual empresa del sector manufacturero debe su alta productividad al
bajo porcentaje de ausentismo de sus trabajadores y al excelente ambiente laboral
que en ella impera. O a la alta cualificación de sus empleados y su capacidad
para el manejo de la tecnología de punta de que dispone la organización.
Incrementar y optimizar los niveles de productividad es el
reto de toda empresa, incluso puede ser el único camino para solucionar el
problema del aumento de los costos cuando no se quiere renunciar al margen de
beneficio que se obtiene por cada producto y/o servicio vendido ni tampoco se
quiere subir el precio de estos.
¿Cómo aumentar la productividad global?
En primer lugar está la formación y la motivación de los
equipos de trabajo mediante la implementación de políticas de incentivo laboral
tales como el teletrabajo, las vacaciones ilimitadas, los horarios flexibles,
las remuneraciones atractivas. Para ello, obviamente, hay que darle un giro
absoluto al pensamiento tradicional empresarial. Cuando mejora el clima laboral
y la satisfacción, pues entonces se incrementa el rendimiento.
Luego tenemos la modernización e innovación que son factores
clave para la competitividad empresarial, sin que esto signifique inversiones
astronómicas ni la renovación de toda la maquinaria y equipos. La sola digitalización y hacer presencia en
las redes sociales, puede ser suficiente.
Por último, optimizar la gestión del tiempo a través de la planificación
y organización interna de la empresa. Para ello sólo se necesita observar a los
trabajadores para detectar el talento subvalorado, delegar responsabilidades,
redistribución del trabajo y motivación.
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