Esto ha sido parte de mi filosofía empresarial: No hay
razones válidas para dejar de emprender. Y cuando la mayoría piensa que los
momentos de crisis no ofrecen oportunidades favorables para decidirse a
desarrollar un nuevo proyecto o una nueva idea de negocio, la experiencia ha
demostrado que aun en esas circunstancias hay que permanecer activo y enfocado
hacia nuestras metas.
Con esto no estoy desconociendo lo delicado que puede ser atravesar momentos de crisis ni
mucho menos desdeñando las consideraciones hacia la prudencia de invertir
temiendo al fracaso. Solo quiero destacar la importancia de desafiar el entorno
adverso con acciones que rompan paradigmas y nos acerquen hacia la revisión de
nuestras potencialidades para así reinventarnos, adaptarnos y reimpulsarnos
según la contingencia.
La teoría económica nos indica que a mayor crisis
económica, mayor cantidad de emprendedores que buscan subsistir ante la poca
empleabilidad o amenazas de desempleo. Pero más allá de eso, está la fortaleza
que nos caracteriza a los venezolanos de crecernos ante la adversidad y afinar
la atención en busca de oportunidades que nos permita surgir económicamente.
Ese ha sido parte del secreto del Grupo Libi que lejos de
paralizarse optó por la sobre marcha, escuchó las necesidades de sus
consumidores y recurrió a esa incalculable reserva de talento proveniente de su
equipo de gerentes y colaboradores para
hacer los cambios y las inversiones necesarias hasta llegar al crecimiento
sostenido que hemos experimentados en los últimos años.
Para los que aún no lo han intentado porque no saben por
dónde empezar, aquí les dejo unos tips que de seguirlos pueden ser el inicio de
una feliz experiencia en sus vidas como profesionales y empresarios:
- Descubre tu verdadera pasión y
conviértelo en un producto o servicio para ofrecerlo a los demás. Difícilmente
ofrecerás algo diferente y competitivo si ni siquiera te interesa cierto tema o
rubro.
Verifica que eso que puedes ofertar sea
solicitado o susceptible de ser comercializado en un sector de la población. De
nada sirve prepararte para ofrecer algo que a pocos le interesa.
- Construye una marca personal y una presencia digital en
torno a tu proyecto de emprendimiento. En la era digital si no
estás en Internet de la mejor manera, sencillamente no existes.
- Reúne el equipo mínimo necesario que te
ayude en aspectos importantes del negocio que no dominas. Así
sea por la vía del intercambio o del apoyo familiar, debes prever la asistencia
profesional del contador, la asistencia jurídica y todo lo necesario para
empezar a operar.
- Estructura y cumple un plan de negocio.
Puedes ser flexible y creativo pero nunca improvisado, un traspiés en estas
circunstancia acabaría con la misión. Además que la planificación atrae aliados
en términos de capital humano y financiamiento.
Por supuesto que esto no lo es todo, ni pretendo que sea
una receta infalible hacia la el éxito financiero como abunda tanto en estos
tiempos. Pero es la fundamentación de un buen comienzo, una apuesta contra la
inercia apoyada en excusas derrotistas y sobre todo una recomendación sincera
de alguien que ha sorteado muchas dificultades y se ha vuelto a levantar hasta
alcanzar el éxito.