Aunque puede parecer un lugar común en el mundo de los negocios, hay que tener en cuenta que
no todo gerente es necesariamente un
líder dentro de la organización.
No obstante, el liderazgo
a ese nivel puede ser perfectamente factible si decide desarrollar ciertas actitudes, destrezas y técnicas que ayudarían
a asumir ese liderazgo gerencial.
Mientras la gerencia
se ocupa de asuntos tangibles y operacionales, el liderazgo está más relacionado con las emociones, la motivación, la inspiración y la actitud para afrontar
retos, romper barreras e ir más allá
de nuestros objetivos.
Estos dos roles
se cruzan cuando entendemos que entre las funciones básicas de un buen gerente está el de dirigir al equipo conforme al plan de trabajo, y para ello necesita habilidades de liderazgo que le
permitan influenciar, motivar, y sacar lo mejor de ellos hasta superar las expectativas.
De ahí que gerenciar
con liderazgo se enfoque en estimular la acción, el aprendizaje, la
creatividad y la reflexión sobre el desempeño, los retos, la efectividad y los
objetivos alcanzados.
Pero ¿Cómo
podríamos alcanzar un buen liderazgo gerencial?
Esperamos que estos tips puedan ayudarte:
- - Establezca una cultura de trabajo positiva a través de valores y prácticas de liderazgo exitosas.
- - Explore el contexto. Evalúe debilidades y fortalezas, necesidades y aspiraciones no solo de su equipo sino también de sus públicos clave.
- - Identifique prioridades. Definiendo el objetivo, misión y retos del equipo que lidera.
- - Coordine las metas empresariales con las del equipo. Facilitando recursos y estableciendo incentivos.
Estimule e inspire a su equipo. Para eso hay que saber escuchar, inspirar confianza y apoyar los procesos de aprendizaje, creatividad e innovación que surgen a partir de una interacción sólida y fructífera.
Recuerde que tanto la gerencia como el liderazgo son
imprescindibles para el éxito
empresarial y que siempre podemos aprender un poco más de ellos sí así lo
hemos de decidido.