En todo trabajo siempre existen los llamados
empleado difíciles, con los cuales es complicado tratar, ya sea por su mala
actitud, sus pocas ganas de trabajar o su poca cortesía con sus compañeros y jefes.
Y resulta importante para la empresa analizar este tipo de comportamiento para
indagar sobre la causa de ello para no afectar el buen funcionamiento
organizacional.
Los cuatro problemas principales que los directivos atraviesan con los empleados más difíciles son las personalidades difíciles, las malas actitudes, el bajo desempeño y los problemas de comunicación Los directivos pensamos que la mejor solución, y la más sencilla, es dejar ir a la persona. Sin embargo, esto puede funcionar a corto plazo, pero puede ser también doloroso en términos financieros para la compañía.
Recomendamos 7 estrategias básicas para tratar a esos empleados que son difíciles:
1.- Sentarse con el empleado e indagar. Muchas veces se debe a los intereses ocupacionales del empleado, porque no está a gusto en su puesto o no se siente útil. O tiene que ver con los rasgos de comportamiento de la persona.
2.- Además de estudiar al trabajador para entender los rasgos de comportamiento que lo hacen ser complicado. Deberíamos analizar al jefe para ver si conduce de manera adecuada a su subordinado. Porque las personas no renuncian a su trabajo, renuncian a su jefe. Muchas veces depende mucho más del jefe que del mismo trabajador.
3.- El jefe de ser alguien que no solo da órdenes, sino que escucha ideas, hace participar de las decisiones, fomenta un clima de respeto, tiende la mano a sus trabajadores y trata de ser justo en sus decisiones. Genera un clima de confianza, no solo en la relación del directivo con cada trabajador.
4.- Los problemas de comportamiento en los colaborares aparecen cuando se hace caso omiso del perfil del empleado durante el proceso de reclutamiento y selección. Y es que, -dice-, resulta difícil medir los valores y compromiso en un inicio, porque esto se percibe en la relación que se genere dentro de la empresa.
5.- Es muy importante hacer un listado con todas las acciones, o ejemplos posibles, del comportamiento inadecuado. Se trata de hacer una lista en la que se detalle, específicamente, el qué y el como del error para reunirse con la persona y abordar la cuestión con calma.
6.- Una vez que el empleado es consciente debemos ayudarlo para que muestre la conducta apropiada. No se puede cambiar determinados hábitos de la noche a la mañana por lo que se trata de reportar al empleado si está en el buen camino o sigue igual.
7. Si el trabajador continuo con el comportamiento inapropiado y se niega a mejorar la situación entonces debemos plantearnos seriamente la situación. Debería existir un periodo en el que el empleado pueda rectificar su conducta y si este finaliza, y no lo hace, debe ser despedido. Suena duro pero no hacerlo es tan perjudicial para la empresa como para el empleado.
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