Tips para conciliar el trabajo y la familia

Por Mauro Libi.- Para muchas personas el conciliar el trabajo y la familia se vuelve una odisea que en ocasiones no saben cómo resolver. Parece sencillo y se dice fácil, pero en realidad estamos ante un asunto bien serio que genera mucho estrés en los trabajadores.

Se requiere de una gran disciplina para poder brindar a cada uno de estos aspectos —el familiar y el laboral— el lugar, la importancia y el tiempo que requieren.

La idea es poder brindarle el cien por ciento a cada uno, por lo que en esta entrega queremos darle algunas claves que pueden ayudarle en este sentido.

En primer lugar, debe establecer una rutina cuyo horario sea flexible, sobre todo para poder atender esos asuntos familiares imprevistos que inevitablemente surgen a lo largo de la vida —sí, vida, 

porque siempre van a suceder— y que no admiten ser postergados.

Su familia requiere atención y su trabajo también, por lo que —en el caso de ser un emprendedor— una fórmula puede ser el reponer el tiempo de trabajo cuando sus hijos están en la escuela, van donde sus abuelos o simplemente cuando duermen.

Sabemos que su familia es lo primero y en eso no hay discusión, pero si quiere mantener su negocio será necesario que aprenda a reconocer las verdaderas emergencias familiares a objeto de que no tenga que interrumpir contantemente su trabajo para resolver entuertos en su casa que fácilmente podían esperar o ser atendidos por otra persona.

Es cuestión de sentido común, pues asistir a una junta puede que no sea tan importante como el acto de fin de curso de su pequeño. Juntas habrá muchas, pero ese momento invaluable en que su hijo recita, canta o recibe el diploma que lo promueve de la educación preescolar a la primaria no volverá a repetirse. Así que lo primero es lo primero, avise en su oficina que la junta se pospone por unas horas o simplemente delegue en su adjunto su representación en la reunión y vaya corriendo a disfrutar y compartir con su muchacho.

Es fundamental esto de aprender a delegar en sus empleados o asistentes. No necesariamente todos los asuntos de su negocio tienen que ser atendidos personalmente por usted. Capacite a su gente y permítales crecer dentro de la organización, facilitándose al mismo tiempo que usted pueda brindarle más atención a su familia.

Las jornadas exhaustivas definitivamente tienen que tener un fin. No pretenda que estas sean una constante, una rutina que no le permita hacer un tiempo para usted. Un hecho extraordinario se entiende que requiera soluciones rápidas, pero no deje que se vuelvan algo de todos los días.

Usted necesita descanso para reponer fuerzas para el trabajo y también para la familia. Por tanto, permítase el relax.

Dedíquele un tiempo a la semana a sus pasiones, a eso que le brinda placer.

Y como la salsa que es buena para el pavo también lo es para la pava, ofrézcales también a sus empleados la oportunidad de conciliar lo laboral con lo familiar. Diseñe una estrategia de motivación que recompense la obtención de metas con horas libres a la semana, por ejemplo. Verá cómo mejora la productividad de su emprendimiento y usted y sus empleados terminan con más tiempo disponible para sus familias.

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