Por Mauro Libi Crestani
Todos sabemos la importancia que tiene el saber tomar decisiones correctas, sobre todo en el
ámbito de los negocios. Cada
proyecto tiene su tiempo de maduración y este debe llegar en el momento exacto,
ni antes ni después, así como una buena solución
que no llega en el momento oportuno podría convertirse en una catástrofe.
Sin embargo, no existe una fórmula perfecta para tomar una buena decisión, pero sí hay algunos
pasos que nos pueden servir de ayuda si los seguimos, como:
1.- Abordar el problema
correcto para encontrar la decisión correcta.
2.- Identificar los objetivos
reales.
3.- Desarrollar líneas alternas para conducir el proyecto.
4.- Entender las consecuencias de la toma de decisiones.
5.- Dimensionar con exactitud las decisiones que se toman
o se dejan de tomar.
6.- Manejar con sensibilidad las etapas de incertidumbre.
7.- Cuidar la aversión al riesgo.
8.- Anticipar las decisiones que van encadenando el
proyecto.
Un ejemplo reciente sobre el manejo de crisis y la toma de decisiones es el
caso de General Electric, una de las
marcas con más historia en Estados Unidos, ya que tiene un legado de 130 años,
ya que actualmente, se divide en tres empresas para tratar de sobrevivir.
Esta fue la decisión a la que llegó Larry Culp, tras tres
años de haber tomado las riendas de una empresa que estaba en problemas desde
hace algún tiempo, ya que se centró en estabilizar sus operaciones al vender
unidades de negocio y reducir la carga de la deuda.
Hoy se mantienen tres negocios, aviación, sanidad y
energía, ya que con la creación de tres industrias líderes y globales, cada una
puede beneficiarse de un mayor enfoque,
una asignación de capital personal y una flexibilidad estratégica para impulsar
su crecimiento.