martes, 5 de mayo de 2020

Mauro Libi: La sustentabilidad como ventaja competitiva


Ahora que el mundo empresarial se encuentra replanteando la factibilidad de su modelo de negocio y su modelo de crecimiento bajo otras condiciones y prioridades, conviene no perder de vista el impacto de la sustentabilidad en nuestro futuro.


Según el informe de Bain & Company, la sustentabilidad va a transformar la naturaleza de los negocios con la misma contundencia como, en su momento, lo hizo la revolución digital.

Según esta apreciación, la premisa de incorporar la sustentabilidad en los centros productivos ocasionará cambios abruptos y determinantes en las industrias al tiempo que abrirá oportunidades mil millonarias en nuevas áreas.

Como muestra de ello, el análisis pronostica una buena oportunidad con las carnes vegetales, cuyo negocio podría alcanzar los 140 mil millones de dólares cerrando esta década, al igual que los mercados minoristas de nutrición y bienestar, cuyo crecimiento podrían rondar los $ 50 mil millones para el 2025.
Pero ese concepto de sustentabilidad, tal y como lo conocemos regularmente, se ha redimensionado hasta abarcar una serie de retos sociales y económicos. Desde los impactos del producto en la salud, hasta los derechos de género e igualdad alimenticia.

Mauro Libi: “El informe de B&C prioriza la sustentabilidad como un factor de cambio determinante en la permanencia y desarrollo de las industrias, de ahora en adelante”.

Para estar en esa nueva ola, B&C identifica cuatro oportunidades que las empresas deben aprovechar para retener esa ventaja competitiva:

1.- Tomar decisiones estratégicas. Cuando las empresas miran hacia el futuro, muchas se dan cuenta de que su única opción de volverse sustentables es realizando un cambio drástico y adoptar una actitud “disruptiva” que impulse a muchas empresas a embarcarse en la transformación digital.
2.- Repensar y rediseñar las ofertas de productos. La sustentabilidad abrió la puerta para que nuevos productos respalden la reducción de residuos, minimicen las emisiones de dióxido de carbono y realcen el bienestar. Para las compañías de consumo de productos, la revolución sustentable es una oportunidad para los desarrollos en todos los aspectos, desde el packaging hasta la formulación misma del producto.
3.- Reinventar su plan operativo. Las empresas pueden examinar de cerca sus operaciones para tomar decisiones críticas acerca de dónde invertir, cómo reducir el gasto, o cómo focalizarse en el cambio.
4.- Desarrollar sociedades innovadoras para respaldar al crecimiento sostenible y simbiótico. Más empresas unirán fuerzas con socios externos en un esfuerzo acelerado para desarrollar las capacidades que ahora son requeridas para abordar los temas de sustentabilidad. Esto puede suceder con organizaciones no-gubernamentales, con grupos industriales, o entre ellos—a veces formando ecosistemas sustentables. Desde la formación de asociaciones industriales hacia impulsar el cambio extendido para mejorar el reciclado de paquetes, muchas empresas encontrarán que es más eficiente y sustentable asociarse.

En resumen. La sustentabilidad será de ahora en adelante un factor insoslayable del mundo empresarial. Su incidencia transversal en el modelo de negocio impacta no solo en la conservación del medioambiente, sino también en la ética empresarial que propende hacia una justicia social en términos de inclusión e igualdad. Es así como la sustentabilidad se convierte a su vez en una poderosa ventaja competitiva que a la vez nos acerca a una serie de nuevas oportunidades para las cuales debemos hacer los ajustes necesarios en nuestras organizaciones. 

miércoles, 22 de abril de 2020

Cómo prevenir el coronavirus en los centros laborales


Por Mauro Libi Crestani

Aunque la cuarentena sigue su curso y no tenemos certeza de cuánto durará en cada país, es buen momento para planificar el retorno a las actividades laborales y cuáles serían las medidas o protocolos debemos seguir a fin de preservar la salud de nuestros colaboradores frente a la amenaza del coronavirus.

Esto supone una evaluación muy particular según la naturaleza de cada organización, en el cual los líderes toman en cuenta las prioridades que determinan el proceso productivo; número de trabajadores, horarios especiales, movilización, reforzamiento de la higiene, etc.

El reto está en ser asertivos al diseñar y establecer ciertas normativas y protocolos avalados por organismos competentes que garanticen el normal desempeño de las actividades sin que por ello se expongan a las personas a un posible contagio.

En este sentido, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de España, emitieron unas directrices provisionales para empresas y empleadores, muy útiles y orientativas que ayudan a prevenir y desacelerar la propagación del COVID-19 en el lugar de trabajo y en entornos que no son de atención médica.

Esta guía, al igual que muchas otras, exhorta a incluir actividades que reduzcan la transmisión entre empleados, mantengan medidas sanitarias en las operaciones comerciales y propicien un entorno de trabajo saludable.

Mauro Libi: Estrategias para evitar el contagio dentro de la empresa

- Evalúe sus funciones esenciales, así como la importancia de sus productos y servicios para otras personas y para la comunidad.

- Decida cómo mantendrá sus operaciones si el ausentismo aumenta.

- Evalúe crear políticas y adoptar prácticas de distanciamiento social.

- Plantee soluciones para mejorar los controles de ingeniería usando los sistemas de ventilación del edificio.

- Implemente tareas rutinarias de limpieza y desinfección ambiental.

- Aconseje a sus empleados tomar medidas adicionales antes de viajar.

- Considere cancelar, ajustar o posponer reuniones de trabajo o eventos grandes que solo pueden ser presenciales. 

- Aliente de manera activa a los empleados enfermos a que se queden en casa.

- Identifique dónde y cómo pueden verse expuestos al COVID-19 los empleados en el trabajo.

- Capacite a sus empleados acerca de cómo reducir la propagación del COVID-19.

- Determine políticas y prácticas flexibles y favorables de licencia por enfermedad.

Mauro Libi: Establezca protocolos de higiene respiratoria y de manos para empleados, clientes y visitantes

Es lógico pensar que esta nueva realidad supone implementar algunos cambios dentro del entorno laboral que refuercen la higiene de espacios y personas. En este sentido, la CDC nos recomienda:

• Ponga a disposición pañuelos desechables y papeleras o vertederos de basura que se abran a pedal.

• Proporcione agua y jabón en el lugar de trabajo. En su defecto, use un desinfectante de manos con al menos un 60 % de alcohol. Es importante que los suministros adecuados estén siempre disponibles.

• Coloque desinfectantes en diferentes lugares para alentar la higiene de manos.

• Difunda mensajes que promuevan la higiene adecuada en cuerpo, vestimenta y utensilios de uso frecuente, de manera que detengamos la propagación del virus en la entrada del lugar de trabajo y en otras áreas donde sean claramente visibles.

• Desaconseje el intercambio de apretones de manos y adopte otras maneras de saludar sin contacto.

• Informe y oriente a los empleados sobre el protocolo del manejo de la tos, el estornudo y el lavado de manos dentro y fuera de centro laboral.

lunes, 23 de diciembre de 2019

Proteínas vegetales para frenar el cambio climático



Alimento saludable en un entorno saludable parece ser la consigna que marcará al próximo 2020. Al menos eso se desprende del hecho mismo en que las consecuencias del cambio climático están afectando a los cultivos y los alimentos que consumimos. Lo que nos obliga revisar nuestra dieta y hábitos de consumo.

Parte de esos cambios significativos está en el consumo de proteína animal. Todos los alimentos necesitan agua y energía independientemente de si son transformados o no durante el proceso, pero son los alimentos a base de proteínas animales los que hacen un uso más intensivo de estos recursos y por lo tanto, tienen un mayor impacto en el medio ambiente.

“Los alimentos de origen vegetal y por lo tanto, su consumo, tienen un menor impacto sobre el cambio climático. Si lo comparamos con la producción de alimentos de origen animal producen menos gases de efecto invernadero”, así lo refrenda la nutricionista Laura González.

Para la especialista, el cultivo es una pieza clave para la fertilidad de la tierra y estos alimentos necesitan menos recursos para su producción que los de origen animal.

Y lo explica en estos términos: “Para producir un kilo de lentejas, se necesitan 1250 litros de agua mientras que para producir un kilo de pollo son necesarios 4300 litros”, compara.

Esas proteínas vegetales las encontramos en cereales como la avena, la espelta, la quinoa, el trigo, el amaranto, el trigo sarraceno, el centeno, o el mijo, entre otros. Lo mismo que en oleaginosas, semillas, frutos secos y vegetales de hoja verde.

“En el estudio The Lancet “Alimentos, Planeta y Salud” – prosigue la nutricionista - se indica que los sistemas de producción de alimentos provocan aproximadamente entre el 25-30 % del efecto invernadero, por lo tanto, la alimentación influye en el cambio climático y este a su vez afecta a la agricultura porque sube la temperatura promedio, se producen cambios bruscos en las lluvias, mayor número de inundaciones… que influyen en plantaciones y cultivos y en la producción de alimentos”.

Por otro lado, el cambio climático no solo afecta la supervivencia de determinadas especies animales, también pone en el punto de mira la disponibilidad de algunos alimentos, lo que supone un grave riesgo para nuestra salud, añade la nutricionista.

¿Cómo frenar el cambio climático?

La especialista en nutrición enfatiza en que frenar esta situación crítica para nuestro planeta está en nuestras manos. “Las grandes empresas pueden tener un impacto positivo muy grande”, pero como ciudadanos, también podemos contribuir con pequeños gestos a frenar el cambio climático reduciendo el uso de energía.

Podemos, por ejemplo, comprar electrodomésticos con etiquetas de eficiencia energética. “Una vez en casa a la hora de cocinar procurar no abrir el horno y mantener las cazuelas tapadas durante la cocción, utilizar el fogón del tamaño adecuado a la sartén y que no sea más grande, evitar meter en la nevera comida que aún esté caliente o abrir la puerta de la nevera lo mínimo y durante el menor tiempo posible” son algunos de los consejos que Laura González propone para reducir los efectos del cambio climático.