lunes, 5 de junio de 2017

Mauro Libi: Millennials: ¿destruyeron los horarios de trabajo?





Esta generación comprende la mayor fuerza laboral del mundo y no son dados a los esquemas rígidos. Los millennials han tomado los lugares de trabajo en todo el mundo. Son la generación más grande en las fuerzas laborales y están destruyendo los esquemas de 8 a 10 horas de trabajo en pequeños cubículos. 

Tenemos ideas frescas sobre cómo, cuándo y dónde queremos trabajar y estamos dejando el camino abierto para que la joven Generación Z que nos prosigue sigan estos patrones. Esto quiere decir que las empresas que no priorizan el trabajo flexible y la movilidad laboral se arriesgan a perder a su mejor talento.

Consideremos qué es lo que esta generación quiere en sus trabajos: 

Según la web unos 44. 000 millennials encontró que ellos aprecian tener una vida balanceada, el uso de tecnología en sus labores y tener oportunidades de crecimiento. 

Los millennials nos sentimos cómodos con el cambio. Si trabajamos en una compañía y empezamos a sentirnos poco valorados o explotados, buscaremos un nuevo empleo o emprender por cuenta propia. Ciertamente no queremos estar encadenados a un escritorio más de 50 horas a la semana. 

Somos una generación absolutamente trabajadora. Si tenemos un empleador que nos permita hacerlo, somos capaces de mezclar actividades de nuestra vida personal con las tareas pendientes del trabajo para así tener ese balance que tanto buscamos. 

Otra investigación encontró que 77% de los millennials sentimos que los esquemas de trabajo flexible nos permiten ser más productivos. No solo eso, el 84% siempre estamos conectados y seguimos revisando cuestiones de nuestro trabajo los dispositivos móviles después de salir de la oficina. Abandonar el esquema de trabajo de 8 a 5 de la tarde parece arriesgado, pero en realidad hace que estos trabajadores contribuyan más y sean más productivos. 

Solo porque los millennials preferimos cambiar de trabajo a quedarnos en un lugar donde somos infelices, no significa que seamos desleales.  El 80 % de las personas de esta generación creemos que solo trabajamos para tres o cuatro compañías. El 36% piensa que nos quedaremos en el trabajo actual entre tres y cinco años.  Los millennials queremos oportunidades de crecimiento y explorar nuestras habilidades. 

Trabajo flexible:
Entonces, ¿cómo puede un negocio sacarle provecho a lo que este grupo de edad busca y a la vez mantenerlos interesados? Impulsar una cultura laboral que acepte horarios flexibles de trabajo y la opción de laborar desde un dispositivo móvil es un gran comienzo. Como dueño de una empresa, deberíamos pensar cómo podemos hacer que nuestro lugar de trabajo sea más libre y a la vez efectivo. 

¿Qué tareas o papeles pueden ser manejarse de manera remota a través de la red? Algunos ejemplos típicos incluyen la escritura, investigación, marketing, ventas y desarrollo. Si no podemos ofrecerle un esquema de trabajo remoto, tal vez deberíamos considerar horarios flexibles o dar un día a la semana en el que esta generación pueda optar trabajar desde casa. 
Las organizaciones exitosas buscamos maneras de mejorar la vida laboral de nuestros empleados. Los millennials queremos aumentar nuestras habilidades y queremos que se nos reconozca por un trabajo bien hecho.



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Mauro Libi: RSE: impacto en el bien común





La forma más clara en que una empresa puede contribuir a la construcción de un país es mejorando el bienestar de las personas que la rodean. El concepto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) dio un gran salto en los últimos años. Más allá de la tendencia a procurar el bien de las personas de manera desinteresada, la actividad de nuestras empresas se enfoca en mejorar las condiciones sociales, respondiendo a criterios de resultados, impacto y sostenibilidad. 

Los beneficios potenciales de ayudar _mayor competitividad, alta motivación del recurso humano, mejor protección del ambiente, fácil acceso a los recursos y reputación en los mercados_ comienzan a convertirse en exigencias mínimas de competitividad para que tengamos la oportunidad de acceder a los mercados más desarrollados.

Muchas empresas entendemos que no es posible delegar la responsabilidad social. Esta evaluación aborda tres criterios: principios éticos en las empresas, capacidad de conocer y atender las necesidades de los grupos de interés y la existencia de políticas y prácticas responsables.
En los criterios de evaluación se tienen en cuenta distintas variables, como procesos de autorregulación, ambiente laboral de justicia, marketing responsable y comportamiento ético frente a la competencia, entre otros. Definir una empresa que tenga todas estas características nos resulta una tarea difícil. Tiene más sentido resaltar características de las organizaciones exitosas que se han destacado en categorías de mayor impacto empresarial:

Gestión integral de responsabilidad social:

La responsabilidad social es un factor estratégico que aporta ventajas competitivas a las compañías. Hay empresas que entienden bien esta condición y son capaces de integrar la visión social dentro de su gestión. Su estrategia es unificar los distintos procesos: manejo del recurso humano, relación con la comunidad, accionistas, proveedores y clientes, en una misma dirección.

Por ejemplo, las empresas que se involucrarían ampliamente en procesos de paz y resolución de conflictos. Gracias a estas gestiones integrales las compañías ganan fidelización de mercado y mejoras en eficiencia.

Desarrollo social y bienestar de la sociedad:

Las empresas deberían construir proyectos de educación, cultura y ambiente. Divulgarlos en los beneficios del medio ambiente complementado con otros proyectos generales que tengan impacto exitoso en las comunidades. Entre ellos, capacitación a docentes en el área de ciencias naturales, organización de foros sobre temas científicos, becas para estudiantes de los estratos más bajos de los grupos de interés y actividades culturales. Con esto, nuestra empresa lograra el objetivo de crear una percepción que aporta bienestar a la sociedad.

Ambiente laboral de justicia y respeto:


Implica asumir la responsabilidad social a partir de los propios empleados. Formar valores entre los trabajadores y familias; y vincularlos a iniciativas sociales empresariales.



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