miércoles, 22 de abril de 2020

Cómo prevenir el coronavirus en los centros laborales


Por Mauro Libi Crestani

Aunque la cuarentena sigue su curso y no tenemos certeza de cuánto durará en cada país, es buen momento para planificar el retorno a las actividades laborales y cuáles serían las medidas o protocolos debemos seguir a fin de preservar la salud de nuestros colaboradores frente a la amenaza del coronavirus.

Esto supone una evaluación muy particular según la naturaleza de cada organización, en el cual los líderes toman en cuenta las prioridades que determinan el proceso productivo; número de trabajadores, horarios especiales, movilización, reforzamiento de la higiene, etc.

El reto está en ser asertivos al diseñar y establecer ciertas normativas y protocolos avalados por organismos competentes que garanticen el normal desempeño de las actividades sin que por ello se expongan a las personas a un posible contagio.

En este sentido, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de España, emitieron unas directrices provisionales para empresas y empleadores, muy útiles y orientativas que ayudan a prevenir y desacelerar la propagación del COVID-19 en el lugar de trabajo y en entornos que no son de atención médica.

Esta guía, al igual que muchas otras, exhorta a incluir actividades que reduzcan la transmisión entre empleados, mantengan medidas sanitarias en las operaciones comerciales y propicien un entorno de trabajo saludable.

Mauro Libi: Estrategias para evitar el contagio dentro de la empresa

- Evalúe sus funciones esenciales, así como la importancia de sus productos y servicios para otras personas y para la comunidad.

- Decida cómo mantendrá sus operaciones si el ausentismo aumenta.

- Evalúe crear políticas y adoptar prácticas de distanciamiento social.

- Plantee soluciones para mejorar los controles de ingeniería usando los sistemas de ventilación del edificio.

- Implemente tareas rutinarias de limpieza y desinfección ambiental.

- Aconseje a sus empleados tomar medidas adicionales antes de viajar.

- Considere cancelar, ajustar o posponer reuniones de trabajo o eventos grandes que solo pueden ser presenciales. 

- Aliente de manera activa a los empleados enfermos a que se queden en casa.

- Identifique dónde y cómo pueden verse expuestos al COVID-19 los empleados en el trabajo.

- Capacite a sus empleados acerca de cómo reducir la propagación del COVID-19.

- Determine políticas y prácticas flexibles y favorables de licencia por enfermedad.

Mauro Libi: Establezca protocolos de higiene respiratoria y de manos para empleados, clientes y visitantes

Es lógico pensar que esta nueva realidad supone implementar algunos cambios dentro del entorno laboral que refuercen la higiene de espacios y personas. En este sentido, la CDC nos recomienda:

• Ponga a disposición pañuelos desechables y papeleras o vertederos de basura que se abran a pedal.

• Proporcione agua y jabón en el lugar de trabajo. En su defecto, use un desinfectante de manos con al menos un 60 % de alcohol. Es importante que los suministros adecuados estén siempre disponibles.

• Coloque desinfectantes en diferentes lugares para alentar la higiene de manos.

• Difunda mensajes que promuevan la higiene adecuada en cuerpo, vestimenta y utensilios de uso frecuente, de manera que detengamos la propagación del virus en la entrada del lugar de trabajo y en otras áreas donde sean claramente visibles.

• Desaconseje el intercambio de apretones de manos y adopte otras maneras de saludar sin contacto.

• Informe y oriente a los empleados sobre el protocolo del manejo de la tos, el estornudo y el lavado de manos dentro y fuera de centro laboral.

lunes, 23 de diciembre de 2019

Proteínas vegetales para frenar el cambio climático



Alimento saludable en un entorno saludable parece ser la consigna que marcará al próximo 2020. Al menos eso se desprende del hecho mismo en que las consecuencias del cambio climático están afectando a los cultivos y los alimentos que consumimos. Lo que nos obliga revisar nuestra dieta y hábitos de consumo.

Parte de esos cambios significativos está en el consumo de proteína animal. Todos los alimentos necesitan agua y energía independientemente de si son transformados o no durante el proceso, pero son los alimentos a base de proteínas animales los que hacen un uso más intensivo de estos recursos y por lo tanto, tienen un mayor impacto en el medio ambiente.

“Los alimentos de origen vegetal y por lo tanto, su consumo, tienen un menor impacto sobre el cambio climático. Si lo comparamos con la producción de alimentos de origen animal producen menos gases de efecto invernadero”, así lo refrenda la nutricionista Laura González.

Para la especialista, el cultivo es una pieza clave para la fertilidad de la tierra y estos alimentos necesitan menos recursos para su producción que los de origen animal.

Y lo explica en estos términos: “Para producir un kilo de lentejas, se necesitan 1250 litros de agua mientras que para producir un kilo de pollo son necesarios 4300 litros”, compara.

Esas proteínas vegetales las encontramos en cereales como la avena, la espelta, la quinoa, el trigo, el amaranto, el trigo sarraceno, el centeno, o el mijo, entre otros. Lo mismo que en oleaginosas, semillas, frutos secos y vegetales de hoja verde.

“En el estudio The Lancet “Alimentos, Planeta y Salud” – prosigue la nutricionista - se indica que los sistemas de producción de alimentos provocan aproximadamente entre el 25-30 % del efecto invernadero, por lo tanto, la alimentación influye en el cambio climático y este a su vez afecta a la agricultura porque sube la temperatura promedio, se producen cambios bruscos en las lluvias, mayor número de inundaciones… que influyen en plantaciones y cultivos y en la producción de alimentos”.

Por otro lado, el cambio climático no solo afecta la supervivencia de determinadas especies animales, también pone en el punto de mira la disponibilidad de algunos alimentos, lo que supone un grave riesgo para nuestra salud, añade la nutricionista.

¿Cómo frenar el cambio climático?

La especialista en nutrición enfatiza en que frenar esta situación crítica para nuestro planeta está en nuestras manos. “Las grandes empresas pueden tener un impacto positivo muy grande”, pero como ciudadanos, también podemos contribuir con pequeños gestos a frenar el cambio climático reduciendo el uso de energía.

Podemos, por ejemplo, comprar electrodomésticos con etiquetas de eficiencia energética. “Una vez en casa a la hora de cocinar procurar no abrir el horno y mantener las cazuelas tapadas durante la cocción, utilizar el fogón del tamaño adecuado a la sartén y que no sea más grande, evitar meter en la nevera comida que aún esté caliente o abrir la puerta de la nevera lo mínimo y durante el menor tiempo posible” son algunos de los consejos que Laura González propone para reducir los efectos del cambio climático.

lunes, 16 de diciembre de 2019

26 acciones que puedes hacer para alcanzar los ODS


Mauro Libi Crestani

Si bien es cierto que los grandes problemas de la humanidad requieren del esfuerzo colaborativo de gobiernos, emporios financieros y un sinfín de instituciones internacionales, no es menos cierto que esa realidad no te excluye para avanzar hacia su solución.

Gran parte de esas soluciones se resumen en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un manifiesto suscrito por líderes mundiales en 2015 para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible.

Todos podemos sumar energías y voluntades ahora mismo para lograr estos objetivos. Por eso te invito a que hagas la diferencia y te incorpores a esta gran cruzada mundial por el bienestar de los pueblos con estas sencillas y cotidianas prácticas:

1.-Ahorra electricidad conectando los electrodomésticos a una regleta y apagándolos por completo cuando no estén en uso, incluida la computadora.

2.- Solicita a sus autoridades locales y nacionales que participen en iniciativas que no perjudiquen a las personas ni al planeta. También puedes expresar tu apoyo al Acuerdo de París y pedirle a tu país que lo ratifique o lo firme si aún no lo ha hecho.

3.- Chequea y presiona a tus marcas favoritas. Infórmate sobre sus acciones de responsabilidad social y haz uso de tu poder como consumidor para llamar su atención sobre temas sociales y ambientales que te preocupan.

4.- Seca al aire. Deja que tu cabello y tu ropa se sequen naturalmente en lugar de usar una máquina. Si lavas tu ropa, asegúrate también de que la carga esté llena.

5.- Come menos carne, pollo y pescado.

6.- Congela los productos frescos y las sobras si no tienes la oportunidad de comerlas antes de que se deterioren.

7.-Compostaje: el compostaje de restos de comida puede reducir el impacto climático y al mismo tiempo reciclar nutrientes.

8.-Reciclar papel, plástico, vidrio y aluminio evita que los vertederos crezcan.

9.-Compra productos mínimamente empaquetados.

10.- Reemplaza los electrodomésticos viejos con modelos de bajo consumo y usa bombillos eléctricos ahorradores.

11.- Evita abrir el refrigerador cuando no es necesario. Este electrodoméstico emite grandes cantidades de CO2 cada vez que dejas la puerta abierta.

12.-Desconecta los aparatos eléctricos cuando salgas de vacaciones o te encuentres fuera por largos periodos de tiempo.

13.- Compra de manera inteligente: planifica las comidas, usa listas de compras y evita las compras impulsivas.

14.- Compra solo mariscos y otros alimentos que provengan de fuentes sostenibles. Ahora hay muchas aplicaciones que te dirán qué es seguro consumir.

15.-Trasládate en bicicleta, camina o usa el transporte público. Ahorra los viajes en automóvil para cuando tenga un grupo grande.

16.-Usa una botella de agua recargable y una taza de café. Reduce el desperdicio y los establecimientos ahorrarán en desechables.

17.-Trae tu propia bolsa cuando compres. Deja aún lado la de plástico y comienza a llevar tus propias bolsas reutilizables.

18.-Utiliza menos servilletas de papel. Toma justo lo que necesitas.

19.- Acércate a las tiendas vintage. Nuevo no es necesariamente el mejor. Ve lo que puede reutilizar en tiendas de segunda mano.

20.-Mantén a tono tu auto. Un automóvil bien sintonizado emitirá menos humos tóxicos.

21.-Dona lo que no usas. Las organizaciones benéficas locales le darán una nueva vida a tu ropa, libros y muebles usados con suavidad.

22.-Separa la basura en los lugares públicos. Identifica los contenedores para cada tipo de basura y respeta su clasificación.

23.- Asegúrate de que tu empresa utilice tecnología de calefacción y refrigeración de bajo consumo y ajuste el termostato, más bajo en invierno, más alto en verano.

25.- Trata de reducir los desechos, ya que la mayoría de ellos terminan en nuestros océanos.

26.- Motiva a tu empresa a trabajar con la sociedad civil y a encontrar formas de ayudar a las comunidades locales a alcanzar los objetivos.