jueves, 13 de julio de 2017

Mauro Libi: Apoyo al deporte como parte de nuestro compromiso social

Para poder proyectar adecuadamente los valores corporativos en la comunidad a través de nuestras políticas y programas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es importante ser coherente y consecuente con el segmento poblacional clave a quien va dirigido nuestros productos.

Por eso al hablar de la avena como uno de los cereales más completos y saludables, cuyo aporte nutricional satisface los requerimientos de los niños y jóvenes, inmediatamente nos remitimos a la alimentación, deporte y entretenimiento como pilares de su desarrollo integral y como líneas de acción para impactar positivamente en ellos.

Nuestro balance social en los últimos años ha dado cuenta de nuestra inquietud y sensibilidad social por la juventud en situación vulnerable. Lo que empezó como pequeños donativos y acciones filantrópicas evolucionaron en una serie de programas y patrocinios para impulsar el deporte y llevar los beneficios de la avena donde más se necesita.
Lo que comenzó hace una década con la Casa Hogar Al Fin, donde hemos dado abrigo a casi un centenar de niños en estado de desprotección, hoy se ha extendido a través del Programa Mi Avena en escuelas públicas del estado Miranda y la presencia de nuestra marca Avelina en diversas disciplinas deportivas.

Desde el 2012, Avelina forma parte del grupo de marcas que apoya al béisbol nacional, con presencia activa en los principales estadios a nivel nacional y la entrega de la primera Copa Avelina en el Estadio Universitario de Caracas.

También hemos vinculado la combinación adecuada de carbohidratos y proteína que ofrece la avena con la dieta de los deportistas, acompañándolos también en el básquet y en el futbol de primera división, a través del patrocinio a Cocodrilos de Caracas y el Caracas Futbol Club.


Hace unos meses estuvimos presentes en la 52º edición de la Vuelta al Táchira apoyando la formación y desempeño de seis atletas de élite a través de la Fundación Deportiva “Samuel Villamizar”. Lo mismo ocurrió con el ciclismo de montaña cuando apoyamos a los cuatro atletas que representarían a la ciudad capital en el campeonato nacional.
Otra oportunidad que tuvimos para fomentar el deporte y el estilo de vida saludable como valores característicos de la marca Avelina fue la Media Maratón de Guarenas donde asistimos a los atletas a través de un punto de hidratación con agua de avena y el aporte a Fundaguarenas como organizadores del evento.


Definitivamente, el deporte ha sido una de las actividades que más nos ha acercado a buena parte de nuestros consumidores. Seguiremos avanzando en este sentido para contribuir al logro de una juventud más sana y feliz de la mano con Avelina.

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jueves, 6 de julio de 2017

Mauro Libi: Perseverancia es volverlo a intentar

Si alguien me preguntara cual ha sido la clave para sortear dificultades y avanzar en la adversidad, le diría sin vacilaciones que es una alta dosis de perseverancia.
Sin desestimar cualquier otro valor dentro de la empresa, la perseverancia implica esfuerzo constante, determinación y fuerza de voluntad. Es la que te permite intentarlo otra vez en lugar de desistir.

La historia está llena de casos admirables y curiosos en torno a la tenacidad necesaria para afrontar los retos. Uno de ellos es el de Thomas Edison, quien tuvo que experimentar más de mil “fracasos” antes de inventar la bombilla eléctrica. Su gran frase lo inmortalizó: “10% de inspiración y 90% de transpiración”.
Esa constancia muchas veces obsesiva y delirante es la que ha dado lugar a grandes acontecimientos que cambian el curso de la humanidad. ¿O quién puede descalificar al genio de América en su gesta llena de esfuerzos extremos, fracasos, muertes y traiciones por liberar a cinco naciones?

Ahora, con esto no me refiero a una perseverancia mecánica e irracional por el solo hecho de intentarlo otra vez. Todo lo contrario. Al hablar de esfuerzo constante se supone el esfuerzo inteligente, creativo e innovador que analiza permanentemente los procesos en cada una de sus partes, hasta lograr los objetivos esperados.
Hay un dicho muy conocido que dice “persevera y triunfarás”, pero a ese se le antepone otra sentencia: “Para alcanzar el éxito se necesitan mil fracasos”, y en eso se resume la importancia de ser perseverante, en que cada fracaso nos lleva a comenzar de cero con mayor inteligencia.
Para eso se necesita mucha claridad mental, determinación en tus metas y objetivos, no dejar que nada ni nadie distraiga tu enfoque, ni mucho menos permitir que otros influyan o te persuadan para abandonar tu cometido.
Piensa que en un momento dado puedes tener honestidad, responsabilidad, organización, respeto, calidad, confianza e integridad. Pero ante un momento difícil para la empresa, es la perseverancia junto a la pasión, la disciplina, el pensamiento crítico y la capacidad de adaptación y aprendizaje la nos lleva al éxito, no importa cuántas veces haya sido intentado.

Ser perseverante es una cualidad de quienes amamos y creemos en nuestros proyectos. Hay que recordar que el recorrido del empresario está lleno de momentos cruciales, especialmente difíciles en donde por un momento pensamos que hasta ahí llegamos. Si no fuera por esa fuerza interior llena de convicción y responsabilidad, imagínense cuantos cierres se sumarían, cuantas inversiones perdidas, empleados cesantes, imaginemos cuantas frustraciones y sueños no alcanzados. Por eso es fundamental cultivar el esfuerzo constante dentro de las organizaciones.

Para eso recomiendo buscar soluciones en lugar de culpables y excusas cuando algo salga mal. Cerciórate que absolutamente todos tus colaboradores tengan conocimiento de cuál es la gran meta, rodéate de aquellos que creen en tu proyecto, mantenlos motivados y con tu ejemplo de perseverancia indúcelos a seguir intentándolo cada vez mejor. Si no obtienes los resultados esperados analiza, aprende y vuelve a comenzar.

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miércoles, 28 de junio de 2017

Mauro Libi: Liderazgo positivo y transformador

Para empezar debo decir que no se concibe liderazgo sin espíritu transformador. Un líder no planifica ni desarrolla todo su potencial para que la empresa permanezca igual. Su tendencia original es el cambio, el avance, el crecimiento, la innovación, y para ello debe estar dispuesto al riesgo, a decisiones rompedoras, muchas veces a forzar esquemas convencionales.
Cuando me abordan para conocer lo que, en mi criterio y mi experiencia, debe ser un buen líder gerencial, lo primero que destaco es el pensamiento estratégico; esa capacidad de combinar la imaginación con las técnicas de planificación que hacen posible llevar a la empresa a un estado superior.
En mi caso, he recurrido en muchas oportunidades a un riguroso esquema de planificación para hacer las inversiones necesarias controlando los riesgos: aumentar la producción con tecnología de punta, diversificar los productos y con ello captar nuevos consumidores, aumentar la plantilla de trabajadores y llevar a la empresa a liderar el rubro de cereales.
Este trabajo gerencial sostenido, disciplinado y con excelentes resultados fue seguido por la revista Gerente, ubicándome entre los 100 gerentes más exitosos, al igual que al gerente general de Inproceca, Giovanni Malvestuto el año pasado, por lo que nos llena de mucha satisfacción poder ser una referencia para las nuevas generaciones.
Esa cualidad visionaria pero a su vez calculadora debe estar acompañada lógicamente por el conocimiento necesario, la capacidad para motivar e inspirar a tu equipo, confianza en sí mismo y en lo que se puede lograr, mucha empatía y pasión por lo que hace. Las organizaciones como sistemas dinámicos tienden a desarrollarse, crecer, evolucionar, diversificarse, y el líder debe estar muchos pasos adelante en todo ese proceso.

El liderazgo transformador y carismático tiene ese plus para influir en su equipo y llevarlos con entusiasmo a una misma dirección. Conoce sus necesidades individuales y los hace sentirse mejores, los estimula hacia la creatividad, transmite su optimismo y los conmina a avanzar un paso más de lo esperado. Es un liderazgo profundamente positivo y humanista. Es el liderazgo que marca la diferencia produciendo cambios significativos en la empresa y en las personas que la conforman.

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