Por Mauro Libi
Crestani
Actualmente, todos tenemos muchas ocupaciones y actividades por realizar, para las que
seguramente no nos alcancen las 24 horas del día, sin embargo, todo es cuestión
de organización y aprender a
administrar el tiempo. Para esto te
recomiendo cinco libros en los que
podrás apoyarte, ya que sus autores te muestran las herramientas para gestionar adecuadamente tus necesidades
profesionales y personales.
1.- Focus: El autor Daniel Goleman señala que el secreto está en nuestra
capacidad de atención para el desempeño de determinadas tareas. El objetivo es
ser productivo y lograr la excelencia en cada actividad; por lo tanto Goleman explica
cómo funcionan y cómo podemos mejorar y equilibrar los tres niveles de atención
que necesitamos.
2.- El Poder de los
hábitos: Charles Duhigg, explica lo
que dice la ciencia sobre el funcionamiento de los hábitos, cómo podemos crear nuevos y eliminar los que sabemos que
son nocivos, para así iniciar rutinas que ejerzan gran impacto en todos los
aspectos de nuestra vida, guiándonos hacia una mayor productividad.
3.- Los 7 hábitos de
la gente altamente efectiva:
Stephen R. Covey no escribió un libro cualquiera sino una guía completa para la
vida. Habla más de principios que de prácticas, ya que son lo que nos permitirán
enfrentarnos a cualquier tipo de situación, insistiendo en que para tener éxito
en nuestras relaciones con los demás, primero debemos trabajar en nuestro
carácter personal.
4.- La Semana laboral
de 4 horas: Al leer este título, lo
primero que pensamos es cómo puede ser posible esto, pues Timothy Ferriss busca
y encuentra soluciones totalmente fuera de su zona de confort, y con esto te
ayuda a ver la vida de otra manera, ya que el objetivo es tener una vida en la
que haces lo que te gusta, disfrutas de tu trabajo y de tu tiempo, generando
suficientes ingresos.
5.- Organízate con
eficacia: En esta obra, el autor David
Allen dio origen a la metodología GTD (Getting Things Done), excelente para la organización
personal que nos permite hacer frente a este problema, asegurando que nuestra productividad es directamente
proporcional a nuestra habilidad para estar relajados.