Por
Mauro Libi Crestani
En la Fundación Casa Hogar Al Fin, siempre se ha trabajado en pro del
bienestar de los niños que habitan
en sus instalaciones, es por esta razón que recientemente se inauguraron dos
salas para complementar su educación
básica.
Se trata de una sala donde
los jóvenes reciben un refuerzo con tareas
dirigidas, con la colaboración de un profesor que se encarga de enseñarlos
y guiarlos; también se estrenó una sala de computación,
ambas acondicionadas con un nuevo sistema de red para internet, a fin de que puedan investigar para complementar sus
asignaciones escolares.
Además, se llevó a cabo una ampliación del wifi del lugar para facilitar el acceso a internet mediante dispositivos inteligentes a distancia. Todo este trabajo se realizó en con conjunto con una empresa privada que provee el servicio en el estado La Guaira, donde se encuentra ubicada la Casa Hogar Al Fin.
Durante la inauguración, el
presidente la fundación, Mauro Libi,
realizó una video llamada a través de Zoom, para compartir con los niños y
hablar un poco sobre la importancia de la educación para el impulso de su futuro, y su experiencia en cuanto al
desarrollo personal mediante el esfuerzo y el trabajo.
Asimismo, conversaron sobre
la emergencia sanitaria que ha obligado a retrasar el regreso a clases de forma presencial, por lo que se está llevando a
cabo a distancia, y en estas circunstancias, los niños tienen dicha necesidad
cubierta con los nuevos beneficios que les brinda la Casa Hogar Al Fin.
Nuestra
trayectoria
Esta fundación tiene más de
13 años albergando niños en situación de riesgo, donde se les brindan los
cuidados necesarios, en un ambiente adecuado, inculcando valores como el respeto, honestidad, humildad, tolerancia, lealtad,
compasión, equidad y justicia.
La Casa Hogar Al Fin
pertenece al Grupo Libi, liderado
por el empresario socialmente responsable, Mauro Libi Crestani. Actualmente, en
su sede ubicada en el estado La Guaira, conviven 22 niños con edades
comprendidas desde un año hasta los 18, sin embargo, existe una excepción y se
trata de un joven de 22 años que no tiene ningún familiar, por lo que su caso
fue estudiado, valorando su excelente trayectoria académica y buen
comportamiento en general, permitiéndole permanecer en la institución hasta que
termine sus estudios universitarios y pueda valerse por sí mismo, acción que
habla por la loable labor que realizan todo los involucrados en la fundación.
A través de los años de
servicio de la Casa Hogar Al Fin, se
han atendido 326 niños, quienes han sido protegidos y encaminados a enfrentar
la vida con herramientas que los ayudarán a ser mejores personas y labrarse un
buen futuro.
Desde su presidente, Mauro Libi Crestani, hasta los
trabajadores de la institución, se sienten emocionados y reconfortados por el
bienestar que ofrecen a todos estos niños necesitados, tan solo por el hecho de
realizar una buena acción sin esperar nada a cambio.