Las
necesidades de las empresas son definidas según el ambiente global en que estas
se encuentran, constituyendo un entorno competitivo que exige la toma de
decisiones importantes y con pocas posibilidades de errores para no poner en
riesgo la viabilidad de la compañía.
La
creciente competitividad en que se enfrentan los mercados el día de hoy ha
provocado un ambiente dinámico donde la optimización de recursos, ya se sean
tanto materiales como inmateriales, sirva de alternativa para otorgar un valor
agregado y supremacía para quienes lo usen de manera eficaz.
Ahora
bien, si nos introducimos al tema de origen de las organizaciones buenas o
deficientes en sus gestiones, debemos remontarnos al interior de la misma,
específicamente en lo que se constituye como el proceso denominado “toma de
decisiones”, que continuamente ha sido catalogado como el motor que le da vida
a los negocios. En este proceso es donde depende gran parte del triunfo de
cualquier empresa a través de la correcta elección de alternativas.
La
toma de decisiones es habitual en la vida diaria de todas las personas, y al
estar en contacto con ella desde que tenemos conciencia, pasamos a realizarla
casi que sin darnos cuenta, comprendiéndola como parte de un aprendizaje vital.
La
toma de decisiones es importante ya que por medio de ella podemos estudiar un
problema determinado o situación, que es valorada y considerada para elegir la
vía más adecuada a seguir según diferentes opciones y operaciones.
Cuando
como directivos nos enfrentamos a una toma de decisión en la empresa, además de
entender la situación que se presenta, se debe tener la capacidad de analizar,
evaluar, reunir alternativas, considerar las variables, etc. Con el fin de encontrar
soluciones razonables, es decir, tratar de tomar alguna decisión basada en la
racionalidad.
La base
más importante que sustenta una buena toma de decisiones en cualquier
organización, es el aprovechamiento del conocimiento, por ejemplo: si quien toma
la decisión posee el conocimiento, ya sea de los sucesos que atañen al problema
o en un contexto similar, entonces este tiene la capacidad de manejar sus
herramientas, fruto de las experiencias previas, y así seleccionar un curso de
acción que le sea favorable para la institución.