Por Mauro Libi Crestani
Como
ya sabemos, las empresas están
compuestas por varios departamentos que cuentan con personal especializado en cada área, como producción, mercadeo, administración,
relaciones públicas, seguridad, etc.
Para
que el negocio funcione a la perfección, cada uno de ellos debe lograr sus
objetivos individuales, pero al trabajar todos juntos por un solo fin, es
cuando se produce la sinergia laboral.
Dentro
del proceso para lograr este fenómeno, es necesario que se tengan claros los
valores que se contemplan en la visión de la organización, buscando la reatroalimentación de todo el personal, ya
que esto permite que los equipos de trabajo fomenten un ambiente de libertad y el
sentido de pertenencia hacia la compañía.
Lo
ideal es que los integrantes de los diferentes grupos, aunque tengan labores
distintas, logren tener una buena comunicación, donde se sientan respetados,
con confianza y apoyo entre ellos, lo que dará como resultado un sentimiento de
entusiasmo y compromiso que los motivará para alcanzar las metas trazadas.
Sin
embargo, la sinergia no se forma de
la noche a la mañana, son los líderes
de las empresas los que deben promover el trabajo
en equipo y hacer entender su importancia, no solo en función de sacar a
flote la empresa sino también para generar un buen clima laboral.
Es
fundamental que como directivo o figura de poder dentro de la organización, generes confianza en tu personal, demostrando que crees en sus
capacidades, lo que al final ayudará a consolidar las bases de un fructífero
trabajo en equipo.
Recuerda
que es indispensable valorar a quienes se desempeñan en tu negocio, no se trata
solo de verlos como los profesionales que deben cumplir con un objetivo sino
también conocer a la persona como tal, puesto que las organizaciones que tienen
más éxitos son las que pueden
aprovechar las fortalezas de cada individuo, desde su carácter hasta su
cultura, por lo que debes propiciar el respeto, dando tu el ejemplo.
Por
otra parte, para conseguir la sinergia
laboral se debe trabajar en una visión compartida para que todos los
miembros puedan aportar a corto y largo plazo. Se deben evitar rumores,
divisiones y malos entendidos, esto se logra manteniendo una línea de
información transparente.
Asimismo,
es necesario efectuar reuniones estratégicas donde se expliquen la metodología
y los procesos, a fin de guiar y motivar al personal.
Por
último pero no menos importantes, está el reconocimiento de los éxitos, es decir, vale la pena cambiar
los hábitos negativos de solo resaltar lo que no se ha logrado o las
dificultades para alcanzar las metas,
para destacar cuando se obtengan resultados positivos, si lo haces verás que el
equipo trabaja más a gusto y genera más productividad.
Recomendación:
en algunas oportunidades es beneficioso contar con una consultora externa que
observe aspectos que han sido descuidados por los líderes o jefes de la organización
sobre prácticas de sinergia entre
los empleados.