jueves, 17 de octubre de 2019

Agricultura regenerativa para preservar la biodiversidad



Pensar en grande también implica grandes responsabilidades, mucho más cuando se trata de la producción de alimentos ya que no solo implica satisfacer una necesidad vital a la humanidad, sino que también es preciso realizarlo en equilibrio con la sostenibilidad y la conservación del medioambiente.

Esta reflexión tiene que ver con un informe reciente de la FAO donde se severa que de las 6 mil especies de plantas cultivadas para la alimentación, solo 9 representan el 66% del cultivo total producción.

Junto a esta realidad, existe una mayor consciencia, por parte de los productores sobre su dependencia de la biodiversidad del planeta para proveerse de los insumos necesarios para los sectores de alimentos, textiles y cuidado personal.

Entretanto los consumidores lucen como un frente empoderado y bien informado, que se sabe influyente y determinante a la hora de elegir productos que cumplan con su compromiso socioambiental.

Surge la “One Planet Business for Biodiversity” (OP2B)


Esa necesidad impostergable de impulsar la biodiversidad cultivada dio lugar a que 19 empresas de alto impacto en la agricultura, junto con el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) se organizaran para dar lugar al "One Planet Business for Biodiversity" (OP2B), presentado durante la Cumbre de las Naciones Unidas sobre la acción climática por Emmanuel Faber, presidente y director ejecutivo de Danone.

Ellas asumen el compromiso de tomar acciones tangibles, de forma individual y colectiva, para desarrollar soluciones innovadoras destinadas a proteger y mejorar la biodiversidad en los sistemas agrícolas.

Balbo Group, Barry Callebaut, DSM, Firmenich, Google, Jacobs Douwe Egberts, Kellogg Company, Kering, Livelihoods Funds, L’Oreal, Loblaw Companies Limited, Marte, Migros Ticaret, McCain Foods, Nestlé, Symrise, Unilever y Yara. Juntas, venden productos en más de 120 países y han combinado ingresos totales de alrededor de USD $ 500 mil millones.

Iniciativas como ésta sería la primera de muchas por venir. Por el momento, OP2B tiene la clara intención de implementar estas soluciones para transformar sus cadenas de valor estratégicas y darle impacto a gran escala, trabajando en colaboración entre los sectores empresarial, público y de la sociedad civil, mientras fomentan un enfoque inclusivo que capacite a los productores y consumidores.

3 áreas de enfoque

1.   Ampliar las prácticas de agricultura regenerativa. Esto significa incentivar las modalidades alternativas que aprovecharán el poder de las plantas para mantener el carbono en el suelo (secuestro de carbono), aumentar la capacidad de los suelos para retener agua, mejorar la resistencia de sus cultivos, mantener el sustento de sus agricultores y recuperar la densidad de nutrientes de los alimentos, mientras disminuye la dependencia de insumos sintéticos.

2. Desarrollar carteras de productos para impulsar la biodiversidad cultivada y aumentar la capacidad de recuperación de los modelos de alimentación y agricultura
Aumentar la cantidad de ingredientes obtenidos para que no dependamos solo de un puñado de cultivos, además desarrollando fuentes locales y basadas en la procedencia, así como aumentar la variedad genética de los cultivos para recuperar la diversidad alimentaria y la especificidad localizada de la biodiversidad en la agricultura como una poderosa palanca para proteger y nutrir la biodiversidad.


3. Eliminar la deforestación, mejorar la gestión, restauración y protección de ecosistemas naturales de alto valor
Definir acciones específicas que puedan proteger y restaurar los ecosistemas más frágiles y ricos en biodiversidad del mundo, incluyendo praderas, humedales y bosques e informar de manera transparente sobre el progreso y el impacto.

Aunque se trata de un proyecto a largo plazo, los resultados parciales comenzarían a verse a partir de junio de 2020 cuando desarrollarán un compendio de soluciones sistémicas, significativas y medibles que pueda ser implementado por los miembros de OP2B en sus cadenas de valor.

Igualmente se tiene previsto que para octubre de 2020 presenten los compromisos cronometrados y medibles durante el CDB COP15, junto con propuestas de políticas que ayudarían a lograr excelentes resultados.

viernes, 20 de septiembre de 2019

Inocuidad alimentaria, una responsabilidad compartida




Uno de los temas internacionales de actualidad que llaman mi atención y que está relacionado con nuestra labor en el Grupo Libi tiene que ver con la inocuidad de los alimentos vista como una responsabilidad compartida tanto por los productores como por los procesadores y consumidores.

Según los registros de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, cerca de 600 millones de personas enferman y 420.000 mueren debido al consumo de alimentos contaminados por bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas. Además de los daños a la salud, provocan graves pérdidas económicas, especialmente a los países de ingresos bajos y medios.

Así mismo asegura que los alimentos nocivos obstaculizan el desarrollo de muchas economías de ingresos bajos y medios, causándoles pérdidas en productividad estimadas en 95.000 millones de dólares debidas a enfermedades, discapacidades y muertes prematuras. Todo dentro del negocio de la alimentación que mueve 1,6 billones dólares, lo que equivale al 10 por ciento del comercio total anual a nivel mundial.

La determinación por combatir esta amenaza ha llevado a que Naciones Unidas se haya erigido como líder de esta cruzada para fomentar la inocuidad alimentaria a través de dos de sus organismos: la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Organización Mundial de la Salud.


Inocuidad alimentaria como requisito para alcanzar los ODS

Para la magister Gloria Tropea, responsable de la licenciatura en Alimentos de la Universidad Católica de Cuyo UCCuyo, "La inocuidad de los alimentos -incluyendo el agua- es un requisito para la salud pública, y se refiere a la ausencia de todo tipo de peligro (biológico, físico y químico) en los mismos".

Recordó que “los peligros pueden llegar a los alimentos desde diversas fuentes -manipulador, ambiente, utensilios, agua, origen del alimento-, por malas prácticas en la producción primaria, mal uso de productos químicos -como aditivos, desinfectantes, plaguicidas y alergenos entre otros; la falta de controles durante el proceso o materias primas contaminadas, entre otras".

La especialista precisó que "Como punto de partida es importante comprender que las Buenas Prácticas Agrícolas BPA y las Buenas Prácticas de Manufacturas BPM son un conjunto de principios, normas y recomendaciones técnicas, que nos permiten controlar los peligros minimizando los riesgos de ocurrencia y garantizando que se adopten las medidas de control y prevención aplicables a la producción, procesamiento y transporte de alimentos".

Por otra parte, el Director del Departamento de Prácticas Mundiales de Alimentación y Agricultura del Banco Mundial, Simeon Ehui, advirtió que “La inocuidad de los alimentos es un requisito de la seguridad alimentaria. Está vinculada, directa o indirectamente, al logro de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente los dirigidos a poner fin al hambre y la pobreza, y promover la salud y el bienestar. La seguridad alimentaria y nutricional se logra únicamente cuando los elementos esenciales de una dieta saludable no dañan la salud los consumidores”. 


Medidas para garantizar la inocuidad alimentaria

Por toda su importancia e implicaciones en la salud y bienestar de la población mundial, considero de vital importancia seguir la guía publicada por la ONU en la que se incluyen cinco medidas que deben observar todas las partes implicadas en la cadena de distribución alimentaria.

1. Garantizar que los alimentos no son peligrosos
Los gobiernos deben asegurar la inocuidad de los alimentos fomentando una agricultura y unos sistemas alimentarios sostenibles, y apoyando la colaboración entre los sectores de la sanidad pública, la sanidad animal y la agricultura, entre otros. Adicionalmente, pueden seguir las normas dictadas por la Comisión del Codex Alimentarius.

2. Cultivar sin riesgos
Los productores agrícolas y de alimentos tienen que adoptar buenas prácticas minimizando el impacto ambiental y adaptándose al cambio climático.

3. Manipular los alimentos con cuidado
Las empresas deben garantizar que el almacenamiento, transporte y procesado de alimentos sean efectuados de forma inocua.

4. Confirmar que sean inocuos
Los consumidores necesitan tener acceso a información oportuna, clara y fiable de los riesgos nutricionales y enfermedades asociadas con sus elecciones alimentarias. “Invertir en educar al consumidor sobre la inocuidad alimentaria tiene el potencial de reducir las enfermedades transmitidas por los alimentos y generar ahorros de hasta diez veces por cada dólar invertido”.

5. Trabajar simultáneamente
Tanto gobiernos, como los organismos económicos regionales, las organizaciones de las Naciones Unidas, las agencias de desarrollo, las organizaciones comerciales, los grupos de consumidores y productores, las instituciones académicas y de investigación, y las entidades del sector privado, han de colaborar de manera conjunta sobre los temas relacionados con la inocuidad de los alimentos.



martes, 10 de septiembre de 2019

Sector agroalimentario espera por más startups para su evolución y desarrollo




El sector agroalimentario, al igual que muchos otros sectores industriales requiere de la creatividad y la innovación para seguir desarrollándose y satisfacer adecuadamente las demandas de una población creciente, consciente y vigilante del buen desempeño en función del bien común.

En ese contexto, las startups agroalimentarias vienen a ser las grandes impulsoras de la innovación, a tal punto que un 35% de las grandes empresas están invirtiendo en adquirir startups o una parte de ellas para absorber su tecnología digital.

Actualmente, Reino Unido es el país que más invierte en startups en general y en el sector agrifood en particular, seguido de Francia, Alemania, Israel, Suiza y España, que ocupa el sexto lugar en Europa.

Vale la pena precisar aquí que la industria alimentaria o sector agroalimentario hace referencia a la parte de la industria que se encarga de todos los procesos relacionados con la cadena alimentaria (Fases de transporte, recepción, almacenamiento, procesamiento, conservación, y servicio de alimentos de consumo humano y animal). Las materias primas de esta industria consisten principalmente de productos de origen vegetal (agricultura), animal (ganadería) y fúngico (perteneciente o relativo a los hongos).

Gracias a la ciencia y la tecnología de alimentos, el progreso de esta industria se ha visto incrementado y ha incidido favorablemente en nuestra alimentación cotidiana, aumentando el número de posibles alimentos disponibles en la dieta.

No obstante, la agroindustria tiene un largo camino por recorrer de la mano de las startups. Es por ello que los que nos hemos dedicado a este sector, nos mantenemos atentos y a la expectativa de todas las iniciativas que van surgiendo y que vemos con buenos ojos para innovar, expandir y dinamizar nuestros negocios y que a la larga representan mayor bienestar para nuestros consumidores.

Por eso quiero destacar acá dos eventos en España que han servido para acopiar, promover y ofrecer al mundo una cantera de talentos, ideas y proyectos que se traducen en posibilidades para avanzar. A mí particularmente me entusiasman estos encuentros y espero mucho de ellos para incorporarlos a nuestro proceso productivo. 


Startup Europe Smart Agrifood Summit

Su segunda edición tuvo lugar este año en Málaga y está enfocado en la innovación de los procesos que llevan a los alimentos del campo a la mesa.

En este evento se premia a la mejor startup europea del sector agroalimentario, al proyecto más innovador, a la mejor solución práctica para el sector agroalimentario, al proyecto con la mayor inclusión de perspectiva de género, y también tiene lugar un reconocimiento a la sostenibilidad.

Hay que tener en cuenta que la aparición de agentes disruptivos como las startups, los nuevos hábitos de consumo, la tecnología aplicada a los cultivos y la irrupción de la inteligencia artificial son solo algunos de los factores que están influyendo en nuestra forma de alimentarnos.

Haciendo referencia a un comentario aparecido en El País, La tecnología juega un papel muy importante en la evolución y desarrollo del sector, y las startups están haciendo posible que aparezcan en la industria agroalimentaria los chefs virtuales, las apps que controlan el cultivo de alimentos personalizados en el hogar, los robots humanoides despachando comida rápida, el riego inteligente, el blockchain para vigilar la procedencia de los alimentos. 

Para que esto se haga posible, es imprescindible potenciar el emprendimiento y la innovación digital en la industria del cultivo, la comercialización y el consumo de alimentos.


Food Start Tech

Es una iniciativa promovida por el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que, en su segunda edición, celebrada en julio, pretendía, de nuevo, unir las necesidades de la industria alimentaria con las capacidades tecnológicas de CNTA y las nuevas propuestas, oportunidades y soluciones que ofrecen las startups.

Se trata de una plataforma para que los representantes de la industria alimentaria que forman parte del proyecto, startups y CNTA colaboren entre sí de una forma distinta a la habitual, para innovar, abordar los retos de la industria, crear nuevas oportunidades de crecimiento en el mercado y potenciar una innovación de mayor valor que llegue al consumidor.

“Desde CNTA pretendemos facilitar esas sinergias y formar parte activa de las mismas para lograr mejorar la competitividad del sector agroalimentario y aportar una innovación de valor en el mercado”, expresó el director general del centro, Héctor Barbarín.

La puesta en marcha de actividades como una sesión de venturing, cocreación sobre etiquetado inteligente cuyo objetivo es diseñar, entre todos, un prototipo de etiquetas que cuentan historias, y la creación de un equipo de empresas para la cocreación colaborativa y el desarrollo de un nuevo producto alimentario son algunos ejemplos de proyectos colaborativos que están actualmente en marcha dentro del marco de Food Start Tech.