Por Mauro Libi Crestani
Actualmente, no todo los fraudes son cometidos por
delincuentes, existe uno que está causando estragos y del cual no se tiene
mucha información, se trata del friendly fraud o fraude amistoso, que es cometido por clientes legítimos, y es tan
común como el fraude criminal.
Este delito ocurre cuando un cliente legítimo realiza una compra
en línea con una tarjeta de crédito, pero luego disputa los cargos con el banco emisor en lugar de cambiar o
devolver un artículo, o examinar los cargos de la tarjeta de crédito para
asegurarse de que sean genuinos.
Hay casos en los que el consumidor tiene malas intenciones
desde el principio, y su objetivo es comprar algo, luego disputar el pago y
conservar el producto o los servicios después de que se reembolse el pago, sin
embargo, en otras ocasiones, el fraude amistoso puede ser un malentendido, ya
que los consumidores simplemente no recuerdan haber hecho una compra, o alguien
más que es un usuario autorizado de su tarjeta hizo la compra y no lo sabían.
Existen algunos pasos sencillos con los que se puede
prevenir e identificar el fraude amistoso, a fin de minimizar la cantidad de
casos:
Lo primero es aplicar la honestidad y la ética en tu
negocio, es decir, ser transparente
con respecto a las tarifas adicionales en un pedido para que los clientes no se
sorprendan cuando revisen su extracto bancario, además de responder las
inquietudes que puedan tener los clientes sobre los productos o servicios.
Es importante utilizar un descriptor claro, que pueda identificar fácilmente tu negocio, para
que el consumidor no desconozca el cargo en el extracto de su tarjeta. Si este
es diferente al nombre de tu empresa, esto generará un mayor número de contracargos.
Debes tener un canal de comunicación establecido como las redes sociales, para que los
clientes puedan cotejar la información del negocio y la compra, en vez de ir directamente
a su banco para intentar resolver una disputa.
Los consumidores deben recibir un presupuesto de envío
claro y una confirmación de pedido inmediata por correo electrónico, mensaje de
texto o ambos, al momento de realizar su pedido.
Por último, elabora una “lista negra” con los clientes que
intentan repetidamente participar en un fraude amistoso, para así evitar que
realice futuras compras.