Por Mauro Libi Crestani
Las empresas modernas deben tomar en cuenta muchos
aspectos para mantenerse en el mercado,
como la creciente competitividad, nuevas tecnologías, cambios contextuales, etc,
sin embargo, existe un miedo
generalizado, especialmente en Latinoamérica y se trata del precio.
Esto lo podemos ver en Facebook Marketplace y en otras
situaciones del mundo no digital, pues en muchas empresas hay que buscar a fondo para poder conocer el precio de sus
productos, y la pregunta presunta
es: ¿Por qué tienen miedo de mostrar sus precios? La respuesta es simple: no
los entienden.
Para entender mejor de lo que estamos hablando, explicaré
las tres características que debes
conocer sobre los precios:
1.- El precio alto es
una ventaja: El precio marca la calidad del producto en la mente del
consumidor, de hecho, cuando consigues un producto con el precio bajo o a la
mitad, automáticamente piensas en que algo no está bien, que algún truco debe
haber tras esa gran oferta. Esto no significa que como empresario debas subir
los precios de tus productos para que los consumidores piensen que es de alta
gama, pero sí tienes que encontrar un pecio que ubique rápidamente al cliente potencial
en lo que tiene que esperar de tu marca.
2.- Ningún precio es
una isla: Los precios se agrupan en la
mente de las personas, de dos formas: A- por categoría: el cliente agrupará y comparará todos los precios de
productos similares, así entra en juego el punto anterior, ya que la
comparación equilibra el precio con otras características de los productos,
incluyendo la percepción de la calidad. B- por oferta: el cliente agrupará el precio del producto que más le llame
la atención con los otros que tiene una oferta, es decir, ven uno en versión
pequeña, pero también está la versión mediana que cuenta solo un poco más,
obviamente el cliente se decidirá por el que le ofrece mayor cantidad por casi
el mismo precio del pequeño.
3.- Nadie quiere
preguntar por el precio: Actualmente, podemos
encontrar el mismo producto en distintas plataformas, comprarlo y recibirlo en
casa rápidamente, por lo que esconder información, no es la mejor opción.
Quizás forzar al potencial cliente a
tener interacción con un vendedor a través de mensajes directos ofrece más
oportunidades para convencerlo de comprar un producto, pero también es cierto
que la mitad de estas personas no lo comprarán, por lo que perderás tu tiempo.
Entonces es mejor hacer público el precio, así te contactará quien realmente
esté interesado y pueda pagarlo.