Por Mauro Libi Crestani
Es normal que el estrés
se apodere de nosotros cuando tenemos muchas ocupaciones y/o muchos pendientes, la mente se sobrecarga con
pensamientos en búsqueda de solucionar todo rápidamente.
Durante esos momentos es difícil concentrarte en una actividad
específica, influyendo de manera negativa en tu productividad, por lo que es necesario recuperar el enfoque, y particularmente, esto es lo
que hago cuando me siento así:
1.- Una cosa a la vez. Tratar de hacer varias cosas a la vez solo logra agravar
el problema y dispersar tu mente,
además de evitar que puedas dar lo mejor de ti en cada tarea. Entonces, haz una
lista con las actividades por hacer en el día, comienza por la más importante y
no hagas otra hasta que termines la primera.
2.- Evitar el exceso
de estímulos. Cuando necesites enfocarte,
deja a un lado tu celular, ponte unos audífonos y escucha música relajante,
también debes evitar tener un televisor cerca, mientras menos estímulos tengas,
será mejor.
3.- Tomar descansos. Para asegurar la concentración es necesario tomar un
descanso de vez en cuando, así podrá regresar a ti el flujo de creatividad. Si
es posible camina, tómate un café, habla con alguien para luego seguir con tu
actividad.
4.- Meditar. Cuando meditamos aprendemos a controlar el flujo de
energía en nuestro cuerpo y podemos enfocarla para alcanzar nuestros objetivos,
entonces busca un lugar tranquilo e intenta relajar tu respiración, al punto de
alcanzar la paz.
5.- Establecer
prioridades. Dejar las tareas más importantes
para el final es una mala decisión, ya que en ese momento estarás agotado y
seguramente dispondrás de poco tiempo. Procura comenzar tu día haciendo las
actividades más importantes o lo que requiera de más concentración.