Por Mauro Libi Crestani
Como
empresarios, siempre debemos estar atentos a los cambios que se generan en el
mundo de los negocios, especialmente
cuando circunstancias externas logran cambiar el comportamiento del cliente, como actualmente sucede con el
Covid-19.
Cada
persona intenta ajustarse a los cambios
según su conveniencia, es por esto que a medida que el mercado se va transformando, el cliente también lo hace. Es el caso
de la pandemia, que obligó al cliente a realizar sus compras y pagos de
servicios desde la comodidad de su hogar, mediante el internet, debido a la
imposibilidad de hacerlo personalmente, lo que aceleró esta modalidad que llegó
para quedarse.
Para
no quedarnos atrás, es imprescindible mantener un continuo estudio del comportamiento del cliente, esto pasa
por analizar los productos que
adquiere, las razones, cuándo, dónde, cómo y con qué frecuencia lo hace.
También hay que considerar la influencia que puede ejercer un consumidor sobre
otro, debido a su opinión y recomendaciones.
Por
otra parte, es importante analizar también los factores del cambio, por ejemplo, actualmente la
principal variación es la tecnología, que ha evolucionado ofreciendo más
rapidez y facilidad para realizar cualquier tipo de operaciones a través de
aplicaciones para teléfonos inteligentes y tabletas, sin dejar atrás los
portales web.
Adicionalmente,
ahora muchos clientes han dejado de ser fieles a una marca o un producto, por
lo que hay que ofrecerles nuevas opciones compatibles con sus gustos y
necesidades.
La
clave está en la mutación de las empresas conforme a la del consumidor, a fin de optimizar el
servicio e incrementar las ventas, para esto es necesario crear estrategias que
nos permitan llegar al usuario y estimular su consumo.
Entre
estas podemos destacar el mejoramiento de la atención personalizada para crear
ese feedback que engancha al cliente. Además hay que vender experiencias que
hagan que se apasionen por el producto, resaltando los diferentes estilos de
vida para lograr la identificación. Para esto es necesario reinventarse en
cuanto a la organización de la empresa, y también los productos o servicios que se ofrece.
Algo
que podemos contar como un beneficio de la cualidad de adaptarse a los cambios, es mantener al cliente con la
expectativa de qué será lo próximo que viene, es decir, una vez que se atrapa
al consumidor con algo nuevo, práctico y hasta personalizado, el mismo quedará
pendiente de las acciones futuras.
En
conclusión, evoluciona a la par del mercado
teniendo en cuenta el comportamiento del
cliente y sobrevivirás a través del
tiempo. Mauro Libi Crestani.