Por Mauro Libi Crestani
Actualmente,
son muchas las empresas y hasta
pequeños negocios lo que están cambiando su manera de producir en pro de colaborar con la preservación del medioambiente.
En América,
países como Estados Unidos y México, principalmente, grandes marcas están
aplicando la economía circular, estrategia que se basa en utilizar
eficientemente los recursos, a fin de generar un crecimiento inteligente,
sostenible e integrador.
Además,
con ella se puede llegar a reducir considerablemente, la emisión de carbono, uno de los principales problemas que afecta el
bienestar del planeta, sumado al cambio
climático.
El
principal objetivo de la economía circular es que el valor de los productos, materiales y recursos, como el agua y la energía, se mantenga durante el mayor
tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de residuos.
Su
principio fundamental es la utilización de los residuos para obtener materia prima para otros bienes, reduciéndose
drásticamente tanto la generación de basura, como la extracción de nuevos
materiales y materias primas.
La
economía circular ofrece beneficios tanto para el medioambiente, como para la
sociedad, entre los que destacan:
1.-
Disminución del uso de los recursos naturales, reducción de la producción de
residuos y limitación del consumo de energía.
2.-
Contribuye a la creación de riqueza y empleo en la sociedad.
3.-
Permite obtener una ventaja competitiva en el contexto de la globalización, ya
que disminuye la dependencia de unos suministros externos e inciertos.
4.-
Abre la perspectiva a un crecimiento sostenible, duradero y que respeta el
medioambiente.
Sin
duda, este es el camino a seguir para la preservación de nuestro planeta, por
esto, es indispensable que tomemos conciencia para diseñar un plan que nos
permita avanzar progresivamente hacia este tipo de economía, y ponerlo en
marcha lo antes posible.
