Un estudio internacional preguntó recientemente a 500
líderes acerca de las principales características que deben tener los empleados
ejemplares en su compañía.
La mayoría de las características que los líderes destacaron
en su perfil de trabajador ejemplar son aquellas que se identifican dentro de
la inteligencia emocional de los empleados, según ha publicado la revista
Forbes.
Se concentran. Los trabajadores ejemplares se mantienen
enfocados en lo importante o relevante para la compañía. No se dejan influir ni
distraer por posibles problemas externos como disputas en la oficina o que se cambió
la marca de café.
Están dispuestos a retrasar la gratificación. El principal
fin de estos trabajadores es realizar un buen trabajo, no esperan un
reconocimiento ni compensación al instante sino que siguen adelante en su
actividad que puede tener una recompensa futura.
Pueden tolerar el conflicto. Este tipo de empleados no busca
el conflicto pero sabe actuar ante posibles malentendidos y mantiene la calma
ante situaciones críticas. Son capaces de resistir los ataques personales en
pos de un objetivo común ante sus propias tácticas.
Son valientes. Estos empleados están dispuestos a hablar
cuando otros no lo hacen, ya sea para hacer una pregunta difícil (o demasiado
simple) o para impugnar una decisión ejecutiva. Sin embargo, que sea
equilibrada con el sentido común y la sincronización. Ellos piensan antes de
hablar y eligen el mejor momento y lugar para hacerlo. Además reconocen cuando
las cosas no salen bien. Ellos ven los problemas como la incidencia para
reparar de inmediato.
Controlan su ego. Este tipo de personas están dispuestos a
admitir cuando se equivocan, así como a realizar trabajos de otra persona ya
sea porque se obtendrá mejor resultado o porque esto favorece la armonía del
equipo de trabajo. Además son responsables con su trabajo, decisiones y los
resultados, sean buenos o malos. En este último caso asumen las culpas.
Nunca están satisfechos. Tienen como idea base que las cosas
siempre pueden ser mejor. Con esto buscan una mejora continua e intentar realizar productos o actividades
que generen mejores resultados para la compañía.
Son sociables. Estos empleados son apreciados por los compañeros
de trabajo. Tienen habilidades de integridad y liderazgo (incluso si no están
en una posición oficial de liderazgo) que las personas responden. Externamente,
esto significa que pueden confiar en ellos para representar bien a la marca.
Los gerentes saben que pueden enviar a estos empleados a sus encuentro con los
clientes actuales y potenciales sin tener que preocuparse acerca de lo que va a
decir o hacer.
Neutralizan la gente tóxica. Tratar con personas difíciles
es frustrante y agotador para la mayoría. Es importante saber tratar con
personas que pueden resultar tóxicas, ya sea porque influyen de forma negativa
o que su visión puede resultar perjudicial para el resto. También tienen en
cuenta el punto de vista de la persona difícil y son capaces de encontrar
soluciones y puntos en común. Incluso cuando las cosas se descarrilan por
completo, las personas emocionalmente inteligentes son capaces de llevar a la
persona tóxica hacia el punto que desean y consideran más óptimo para la
empresa.
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