jueves, 17 de mayo de 2018

Estándares de calidad para el sector alimenticio




Una de las principales responsabilidades que debe asumir un productor del sector alimenticio tiene que ver el cumplimiento de los estándares para garantizar la seguridad y calidad de nuestros productos.

Para ello se han establecido una serie de leyes y normas que en algunos casos se encargan de marcar parámetros en el proceso de producción, otras determinan los límites críticos para catalogar a un alimento como inocuo y seguro para el consumo humano y en el mayor de los casos están los reglamentos que tratan la materia en un sentido más amplio incluyendo la presentación, comercialización y exportación de alimentos.

De ahí que tanto el emprendedor incipiente como el empresario del sector agroalimentario debe ser observante de todas estas regulaciones cuyo fin último es ofrecer al público productos alimenticios seguros, nutritivos, saludables a partir de procesos adecuados de cultivo  e industrialización a fin de evitar, en primer término, efectos indeseados en la salud de la colectividad, así como posibles daños al ambiente.

En nuestro país nos regimos bajo una serie de normativas legales, como el Reglamento de los Servicios de Desinfección y Saneamiento, el Reglamento para importación, elaboración y expendio de alimentos y principalmente el Reglamento General de Alimentos, que a su vez, otorga responsabilidades a la Comisión Venezolana de Normas Industriales (COVENIN), para establecer las normas técnicas que impongan condiciones o características particulares a los alimentos, sus envases y embalajes, destinados a la actividad alimentaria.

Otro organismo involucrado en los estándares de calidad para el sector alimenticio es Ministerio del Poder Popular para la Alimentación, que articulado con el Instituto Nacional de Nutrición (INN) desarrolla planes, proyectos y programas para formular las políticas relacionadas con la calidad y con la educación alimentaria y nutricional del país. Un aspecto sumamente importante que nosotros hemos puesto especial atención a través de nuestros programa Mi Avena, una iniciativa de Responsabilidad Social Empresarial dirigida a mejorar la nutrición de escolares de bajos recursos a través de la donación de avena y la instrucción para elaborar platos nutritivos con los alimentos disponibles.

Mención especial para la Norma de las Buenas Prácticas para el Funcionamiento de las Microempresas de Alimentos, que tal y como lo expresa su primer artículo, establece los principios básicos y las prácticas dirigidas a eliminar, prevenir o reducir a niveles aceptables los peligros para la inocuidad y salubridad que ocurren durante la elaboración, envasado, almacenamiento y transporte de los alimentos manufacturados para el consumo humano.

Por último quiero resaltar producir alimentos con los más rigurosos estándares de calidad es un intangible que aporta valor a tu empresa, no solo por su aporte a la salud y el bienestar de la población, sino también a la hora de expandirse hacia nuevos mercados que se mantienen a la vanguardia de la producción, conservación, presentación y comercialización de alimentos.

jueves, 10 de mayo de 2018

Casa Hogar Al Fin celebra su décimo aniversario




Con una serie de eventos deportivos y recreativos, la Fundación Casa Hogar Al Fin celebra el décimo aniversario de su sede en Caraballeda, estado Vargas, cumpliendo con su noble misión de brindar atención y formación integral a niños y jóvenes de esta entidad en situación de desprotección familiar.

Esta iniciativa gestada gracias a la sensibilidad social del empresario venezolano Mauro Libi Crestani y su familia, constituye actualmente el principal programa de Responsabilidad Social (RSE) del Grupo Libi y una de las principales referencias a nivel nacional en la atención integral de pequeños en situación vulnerable.

Reina González, supervisora general de la institución informó que la semana aniversaria  contempla diversas amenidades infantiles a cargo del equipo humano de Aeropostal, Alas de Venezuela, la visita de autoridades gubernamentales e institucionales del Litoral Central relacionadas con la actividad que realizan, un encuentro de futbol juvenil en sus instalaciones, así como un compartir entre los colaboradores de esta gran casa que con su responsabilidad, compromiso y entrega han hecho posible esta hermosa labor en favor de la infancia que amerita protección.

Refirió además que a lo largo de esta década, la Casa Hogar Al Fin ha logrado atender integralmente a más de 120 niños entre 0 y 18 años, prodigándoles afecto, sustento, salud, educación y recreación en un ambiente cálido y familiar, donde se cumplan con los más altos estándares de atención básica e integral, mejorando así su calidad de vida y sus expectativas de una vida plena, productiva e independiente.

“Durante nuestra labor de acercamiento de nuestros muchachos con la comunidad a la cual pertenecen, también ha surgido la voluntad de apoyar a los niños de escasos recursos de Caraballeda, con diversas actividades a lo largo del año, como una extensión de nuestra filosofía empresarial que se enfoca en mejorar la calidad de vida de la población infantil en función de un futuro más promisor”, expresó la ejecutiva.

Más allá del cuidado de los niños en su recinto, la Casa Hogar Al Fin tiene entre sus proyectos la ejecución de nuevos programas que amplíen su rango de acción hacia la capacitación y formación para el trabajo de adolescentes, así como la formación de talento humano en las comunidades, de manera que este modelo de atención integral pueda ser replicado en cualquier localidad del país.



lunes, 7 de mayo de 2018

TIPS para no fallar en la constitución de un proyecto de emprendimiento




¿Hasta qué punto detectar una buena oportunidad de negocio es suficiente para garantizar el éxito en un proyecto de emprendimiento?

Como ferviente promotor de las iniciativas emprendedoras, debo admitir que gran parte de esos intentos fracasan muchas veces por falta de conocimiento, en otras ocasiones por una planificación exigua, y en muchos otros casos por la incapacidad de imponerse a la adversidad que te da la oportunidad de afinar tu idea de negocio para que finalmente sea viable y exitosa.

Para que tanta inspiración no termine en decepción, aquí les dejo algunos tips basados en  mi propia experiencia para no fallar en la constitución de un proyecto de emprendimiento:
  1. -       Acostúmbrate a ser observador, conocedor y analítico en el rubro donde has decidido emprender. No te dejes llevar por impulsos, modas ni pasiones de poca consistencia.
  2. -       Planifica. Parte del éxito está en preverlo todo: Recursos, talento humano, espacios para producir, proveedores, clientes, distribución y transporte, formas de pago, promoción y planes de marketing. No dejes nada al azar, ya las circunstancias del día a día te darán un amplio margen para resolver en la marcha.
  3. -       Mantén una actitud optimista. En medio de las certezas rodéate de buenas razones y de gente que te impulsen en tu cometido. No permitas que el contexto económico del país o la experiencia infeliz de otros emprendedores frenen tu ímpetu de triunfar.
  4. -       Déjate ayudar. Ser conocedor no significa que te las sabes todas. Verás cuanto te falta por aprender cuando trabajes en equipo y le des a tus colaboradores su justo valor en el logro de los objetivos. Todos tienen algo importante qué aportar y te corresponde a ti lograr coherencia y compromiso del equipo frente al proyecto.
  5. -       Piensa en grande. Soñar no cuesta nada y nos predispone a mucho. No importa que tu emprendimiento sea de medianas pretensiones, al detectar y desarrollar la oportunidad te irás dando cuenta todas las posibilidades de desarrollo del negocio. Visualízate a mediano y largo plazo con nuevos productos y servicios, nuevos mercados, nuevos conceptos y aplicaciones para cautivar a tus clientes.
  6. -       Nunca de des por vencido. Aún en situaciones difíciles el miedo a fracasar nos puede hacer sucumbir. Recuerda que cada adversidad es una lección para aprender, y que sólo existen dos tipos de personas: las que alguna vez fracasaron y los que todavía no lo admitieron.