Una de las principales responsabilidades que
debe asumir un productor del sector
alimenticio tiene que ver el cumplimiento de los estándares para garantizar la seguridad
y calidad de nuestros productos.
Para ello se han establecido una serie de leyes y normas que en algunos casos se
encargan de marcar parámetros en el
proceso de producción, otras determinan los límites críticos para catalogar a un alimento como inocuo y seguro para el consumo humano
y en el mayor de los casos están los reglamentos
que tratan la materia en un sentido más amplio incluyendo la presentación, comercialización y
exportación de alimentos.
De ahí que tanto el emprendedor incipiente
como el empresario del sector
agroalimentario debe ser observante de todas estas regulaciones cuyo fin
último es ofrecer al público productos
alimenticios seguros, nutritivos, saludables a partir de procesos adecuados
de cultivo e industrialización a fin de
evitar, en primer término, efectos indeseados en la salud de la colectividad,
así como posibles daños al ambiente.
En nuestro país nos regimos bajo una serie de
normativas legales, como el Reglamento
de los Servicios de Desinfección y Saneamiento, el Reglamento para importación,
elaboración y expendio de alimentos y principalmente el Reglamento General de
Alimentos, que a su vez, otorga responsabilidades a la Comisión Venezolana de Normas Industriales (COVENIN), para
establecer las normas técnicas que impongan condiciones o características
particulares a los alimentos, sus envases y embalajes, destinados a la actividad
alimentaria.
Otro organismo involucrado en los estándares de calidad para el sector
alimenticio es Ministerio del Poder
Popular para la Alimentación, que articulado con el Instituto Nacional de
Nutrición (INN) desarrolla planes, proyectos y programas para formular las
políticas relacionadas con la calidad y
con la educación alimentaria y nutricional del país. Un aspecto sumamente
importante que nosotros hemos puesto especial atención a través de nuestros programa Mi Avena, una iniciativa de Responsabilidad Social Empresarial
dirigida a mejorar la nutrición de
escolares de bajos recursos a través de la donación de avena y la instrucción para elaborar platos nutritivos
con los alimentos disponibles.
Mención especial para la Norma de las Buenas Prácticas para el Funcionamiento de las
Microempresas de Alimentos, que tal y como lo expresa su primer artículo, establece
los principios básicos y las prácticas dirigidas a eliminar, prevenir o reducir
a niveles aceptables los peligros para la inocuidad y salubridad que ocurren
durante la elaboración, envasado, almacenamiento y transporte de los alimentos
manufacturados para el consumo humano.
Por último quiero resaltar producir alimentos con los más rigurosos
estándares de calidad es un intangible que aporta valor a tu empresa, no
solo por su aporte a la salud y el
bienestar de la población, sino también a la hora de expandirse hacia nuevos mercados que se mantienen a la vanguardia
de la producción, conservación, presentación y comercialización de alimentos.