Tanto para llevar a cabo un estudio
económico, como para calcular la inversión inicial de un emprendimiento, es
necesario determinar los activos con
que contamos.
¿Cómo
determinar los activos al momento de emprender?
Lo primero que debemos dejar claro es que un Activo es cualquier bien o derecho de
propiedad controlado económicamente por la empresa, resultantes de sucesos
pasados de los que se espera obtener
beneficios o rendimientos económicos en el futuro.
Estos activos pueden ser corrientes, como el activo circulante (recursos necesarios
para poner en funcionamiento el proyecto) o no corrientes (inversiones a largo plazo que duran más de un
ejercicio fiscal).
La inversión en activos fijos puede ser tangible, y vienen a ser la
infraestructura, maquinaria y equipo, así como los costos de operaciones sin
los cuales no podríamos comenzar a producir.
Pero también tenemos los activos intangibles, quizás sean más difíciles de cuantificar pero
sin duda aportan valor al emprendimiento.
Tal es el caso de derechos y permisos,
estudios de mercadeo, punto comercial, convenios con proveedores, prácticas
sustentables, la buena pro de la comunidad y hasta la reputación generada por la aceptación de nuestro público.
Los que conocemos por experiencia propia todo
el esfuerzo, las ganas y la energía que empleamos para hacer realidad un emprendimiento, sabemos que todo suma a
la hora de darle vida a un proyecto de esta naturaleza.
Computadoras, vehículos, equipo humano
especializado, facilidad de acceso a los insumos, procesos innovadores,
productos de avanzada, buenas relaciones con los grupos de interés, planes
estratégicos de marketing y comunicación, etc. pueden hacer la diferencia y
abonar el terreno para alcanzar el éxito con nuestro emprendimiento.