En una empresa, suele existir un respeto por las jerarquías y la creencia de que las ideas deben surgir únicamente de los gerentes o líderes de cada departamento. Sin embargo, esta mentalidad no tiene por qué ser así. A menudo, una gran idea que puede ayudar a resolver problemas o impulsar la innovación puede provenir de un empleado, cliente, proveedor o incluso de un desconocido. Sin embargo, esto también puede generar cierto caos.
Por lo tanto, el objetivo es no perder esas ideas, sino aprovecharlas al máximo. Pero ¿cómo asegurarse de que las mejores ideas no se pierdan? Para fomentar una verdadera cultura de innovación, es importante organizar las ideas de manera que sea fácil actuar sobre ellas. A continuación, se presentan algunos consejos para lograrlo:
- Establece un lugar central para discutir las ideas: crea un espacio específico donde se compartan y recolecten ideas. Utiliza una herramienta dinámica que facilite la colaboración y la retroalimentación.
- Etiqueta tus listas de ideas: para mantener las ideas bien organizadas, divídelas según su tema. Puedes crear categorías basadas en su origen, como "ideas de los clientes", o relacionarlas con áreas o proyectos específicos, como "servicio al cliente". Separar las ideas en grupos pequeños te ayudará a procesarlas y elegir las que mejor se adapten a tu negocio.
Tener etiquetas en las listas también facilitará que las personas piensen en nuevas ideas, especialmente si se refieren a metas o tareas específicas. Los títulos de tus listas deben motivar la creatividad y generar más ideas nuevas.
- Asigna a una persona responsable de cada lista: designa a alguien clave que se encargue del cuidado y evaluación de cada lista. Debe ser alguien que forme parte integral de tu equipo y que tenga la capacidad de tomar acciones basadas en esas ideas. Por ejemplo, las ideas relacionadas con la mejora de la infraestructura de tu sitio web deberían ser recolectadas por la persona encargada de su edición y mantenimiento.
- Prioriza tu banco de ideas como una bandeja de entrada: para evitar que las ideas se acumulen, intenta analizar cada una de ellas lo más rápido posible. Descarta aquellas que no sean viables y separa las que tienen potencial, luego agrúpalas en las listas etiquetadas. Si alguna idea requiere una acción inmediata, actúa en consecuencia, mientras que las demás puedes tomarte más tiempo para decidir si llevarlas a cabo o no. Comunica a tu equipo las decisiones que se tomen, detallando qué ideas se seleccionaron, y premia a quienes las hayan propuesto. De esta manera, motivarás a los demás a contribuir con nuevas ideas.
El objetivo es no menospreciar a nadie que desee compartir una idea, ya que podría ser perfecta para impulsar tu negocio.