jueves, 4 de agosto de 2016

Mauro Libi Crestani: Una empresa saludable es también una empresa segura

Por Mauro Libi Crestani. Es una mancuerna, una llave que garantiza la tranquilidad en su organización, salud y seguridad. De hecho, desde 2003 la Organización Internacional del Trabajo, OIT, festeja el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, así, juntas.

Y es que cuando el trabajo es saludable y el trabajador labora bajo esta premisa, entonces la empresa es igualmente saludable y también segura.

¿Cómo hacer que el trabajo sea seguro y saludable?

Lo primero es tener en cuenta que una empresa segura no es necesariamente saludable, pero sí cuando una empresa es saludable indiscutiblemente será segura.
Para que esto suceda es necesaria la determinación. Disponerse a la innovación empresarial estableciéndola en la gestión de los recursos humanos, la salud laboral es un asunto primordial, vital. Tal acción transforma el entorno de la organización en dirección al objetivo de la salud y la seguridad.(Mauro Libi Crestani)

Implantar los modelos de felicidad empresarial pasa por acabar con el clima de ansiedad, el estrés y el miedo, en las organizaciones propiciando el disfrute, la diversión y la felicidad.

El asunto requiere trabajo. Así, lo primero que hay que hacer es ampliar el concepto que de salud se tiene, para entenderlo como un estado en el que reina el bienestar físico, mental y social. Es preciso erradicar la creencia de que salud es solamente la ausencia de enfermedades o afecciones.(Mauro Libi Crestani)

No es un asunto de modas, sino de hacer de las organizaciones unos centros en los que el bienestar, la armonía, la cooperación, la buena vibra, la salud, se respiren desde que se ponga un pie en la puerta de entrada. Empresas que resistan el embate de los tiempos modernos, es decir organizaciones que sean resilientes.

La organización saludable es transparente, exhibe un entorno físico seguro y entorno psicosocial saludable, en la que constantemente se trabaja en mantener estos estados. No es una acción espasmódica, es permanente. (Mauro Libi Crestani)

En las organizaciones saludables el sentido común es fundamental, se impone y, por ende, los resultados se hacen sentir en una mayor seguridad.


Los negocios, las empresas, los emprendimientos, en fin, las organizaciones deben transformarse en lugares tranquilos en los que se respire paz, empresas saludables, empresas seguras.

Sigueme @maurolibi12

miércoles, 3 de agosto de 2016

Mauro Libi Crestani: Para lograr el éxito empresarial hay que balancear la vida personal y laboral

Por Mauro Libi Crestani. La modernidad nos atrapa, la vida se hace más compela y los retos laborales cada vez son más grandes por lo que las exigencias se incrementan día a día. En medio de este panorama y a objeto de que la sociedad no sucumba, es necesario conciliar la vida laboral y la familiar. Es preciso reorganizar la estructura de las relaciones trabajo-familia.

Es una necesidad de la que ya existe clara conciencia en muchos sectores, incluida la empresa, desde cuyos niveles directivos se analizan las formas de lograr la citada integración. 

Afortunadamente, la visión que consideraba la gestión en recursos humanos como un costo está virando a verla como una inversión, dado que el capital humano se tiene como una ventaja competitiva con que cuenta toda organización.

Es un asunto estratégico.(Mauro Libi)

En la economía moderna se enfoca en hacer cada vez más “fértiles” los recursos de toda empresa o emprendimiento, siendo el recurso humano absolutamente vital. 
La sociedad ha cambiado y por ende la estructura familiar. Tenemos que los núcleos familiares son cada vez más pequeños y en ellos los abuelos se encuentran ausentes o lejanos.

 En el  grupo padre-madre-hijos, la mujer sigue siendo un pilar fundamental, tanto para a crianza como para la administración doméstica. Al mismo tiempo, la mujer es protagonista del desarrollo, está al frente de grandes organizaciones y es indispensable en el funcionamiento empresarial. 

Todo esto demanda la puesta en marcha de programas que concilien lo laboral con lo familiar. Las personas no deben encontrar obstáculos de les impidan su desarrollo profesional, cumplir con los objetivos empresariales y, por supuesto, alcanzar el fin máximo de toda organización: la productividad: Todo esto sin menoscabo de la estructura familiar y su buen funcionamiento.

Advertimos, eso sí, que no solo a la mujer deben ir dirigidas las acciones destinadas al mejoramiento de las relaciones familia-empresa, sino a todos los empleados.(Mauro Libi)

Por tanto, las empresas deben invertir en su activo más importante, sus trabajadores, facilitando que lo empresarial y lo familiar puedan marchar de la mano sin oposición y sin que uno sea tropiezo del otro. Que esto se vea claro es fundamental.

 El bienestar de la gente es garantía de efectividad para la empresa. La idea es implementar planes y programas que favorezcan la relación ganar-ganar.
Actuar en este sentido traerá grandes beneficios a las personas, como la reducción del estrés y la ansiedad laboral, lo que incidirá en el incremento de la productividad y la reducción de la rotación del personal.

Se incrementa la motivación, la lealtad, al tiempo que hay más desarrollo profesional y persona, y por tanto, mayor presencia de emociones positivas y más satisfacción y felicidad. 

La empresa, entretanto, obtiene más compromiso de su personal, mejora el clima laboral, las relaciones se hacen más dinámicas y provechosas, hay menos bajas por enfermedad.

Igualmente en la organización aumenta los niveles de innovación, creatividad y productividad. Hay retención del talento. Mejoran las relaciones con la clientela, la imagen y credibilidad de la empresa.


Esto es estratégico y fundamental para las empresas. Recuerde, es un inversión vital para el desarrollo de las organizaciones.(Mauro Libi)

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martes, 2 de agosto de 2016

Mauro Libi Crestani: Los costos de los conflictos de recursos humanos


Por Mauro Libi Crestani. Los conflictos de recursos humanos general costos. Cuantificarlos no es tarea fácil en virtud de que estos pueden ser visibles, es decir, los palpables derivados de las huelgas, las renuncias, los despidos, y aquellos que son menos perceptibles, como la ansiedad, depresiones, estrés que estas situaciones causan en los trabajadores.

Los costos emocionales no son cuantificables, pero sus consecuencias pueden ser muy graves.

Dentro de los costos que son medibles tenemos los gastos en abogados, litigios, tribunales, liquidaciones, y aunque no todos los conflictos en el área de recursos humanos derivan en este tipo de situaciones, hay muchos que pueden permanecer imperceptibles y que se dan en las relaciones personales y pueden durar, incluso, años. Estamos aquí en presencia de casos difíciles de tratar y resolver.

Así tenemos los costos en empresas familiares, la pequeña y mediana empresa, que suelen ser el grueso de las que funcionan en los países y sobre las cuales reposa buena parte del desarrollo.

Este tipo de empresas por lo general tienen un mayor compromiso por parte del personal en el crecimiento de la empresa, en virtud de que comparten los mismos valores.

Pero al mismo tiempo, esta cercanía de los miembros de las empresas, ligados muchas veces por lazos familiares y personales, puede generar rivalidad o envidia motivada a factores diversos, como la desigualdad económica o poca competitividad. Y es que no todos los familiares que integran una empresa están debidamente preparados para ocupar las posiciones que detentan.

Surgen así problemas que no se cuantifican, pero que conllevan al declive de la productividad y el rendimiento.


También están los costos del tiempo que se invierte en la resolución de conflictos internos y toma de decisiones.

Están los costos por pérdida en la calidad de las decisiones que se toman debido a la gran cantidad de energía que se invierte en asuntos de menos importancia.

Tenemos los costos originados por la fuga del talento, del personal calificado. Esto causa perdida de tiempo al tener que dedicar extensos periodos a la búsqueda de nuevos recursos humanos y en entrenamiento.

Hay los costos  que se derivan de la baja productividad porque el personal está desmotivado y sin ganas de trabajar.

Los costos por el aumento de enfermedades ocasionadas por el conflicto y que se traducen en ausentismo laboral, retrasos y bajas en las nóminas.

Igualmente están los costos por daños ocasionados en las instalaciones a causa del conflicto; los costos en las relaciones familiares causados por guerra de intereses y de poderes.

En estas situaciones la mediación es fundamental para lograr el entendimiento entre las partes en conflicto. La idea es lograr la resolución tratando de que nadie se sienta perdedor, sino, por el contrario, todos consideren que en han ganado. (Mauro Libi)


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