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jueves, 13 de agosto de 2020

Tecnología digital para impulsar la agroindustria alimentaria



El poder de la agricultura y de la agroindustria alimentaria para reducir los índices de pobreza en el mundo están siendo observados  muy de cerca por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) donde actualmente se promueven soluciones innovadoras para desarrollarlas adecuadamente y conforme a los nuevos tiempos.

Según la FAO, la agricultura no es un sector que atraiga a las nuevas generaciones  por su tradicional vinculación con tareas arduas, rudimentarias y poco remuneradas.

Es por ello que propone replantear la alimentación y agricultura a fin de ofrecer buenas oportunidades de trabajo productivo. Un cambio de paradigma y adopción de nuevas metodologías donde los avances digitales y tecnológicos sirvan para apalancar y hacer más competitiva esta actividad económica.

Concretamente la FAO incorpora el uso de cinco aplicaciones y servicios digitales que impulsan el empleo rural y revolucionan la agricultura.

Una es la aplicación Nuru, capaz de combinar el aprendizaje automático y la inteligencia artificial para examinar una planta dañada y confirmar de forma inmediata si el gusano cogollero es responsable del daño. Este recurso desarrollado por FAMEWS, la FAO y la Universidad Estatal de Pensilvania se ejecuta dentro de un teléfono Android estándar y puede también funcionar sin conexión, siendo de gran ayuda para el control de los cultivos.

Esta aplicación para mantener a raya esta plaga que destruye el maíz y otros cultivos importantes en áreas de América, África y Asia está siendo utilizada para procesar los datos obtenidos por los campesinos en sus fincas, transferirlos a una plataforma global basada en la web y analizarlos para proporcionar informes de situación en tiempo real, calcular los niveles de infestación y proponer medidas para combatirla.

La aplicación de meteorología y calendario agrícola combina información sobre pronósticos meteorológicos y calendarios de cosechas, proporcionando una alerta temprana de riesgos potenciales. La que se centra en curar y alimentar a su ganado ayuda a reducir las pérdidas, al proporcionar información sobre el control de enfermedades animales y las estrategias para su alimentación.

AgriMarketplace permite a los agricultores obtener mejor información sobre los proveedores para la compra de materias primas, los mercados para vender sus productos y los precios de mercado. En cuanto a la nutrición, e-Nutrifood ofrece recomendaciones a la población rural para producir, conservar y consumir alimentos nutritivos.

Tenemos también a disposición la aplicación móvil Abalobi, que registra qué pescado capturaron, cuándo, dónde, usando qué método y por cuánto lo vendieron, una información valiosa que se almacena en la aplicación y se comparte con otros pescadores. En las costas de Sudáfrica, 30 000 pescadores artesanales viven del mar, en una delgada línea entre la pesca comercial y la de subsistencia, por eso al elaborar su propio conocimiento sobre la pesca, ayudan a crear comunidades resilientes, en especial frente al cambio climático.

Por último. No podemos dejar de mencionar los drones. Según la FAO, la alimentación y la agricultura será el segundo mayor usuario de drones en el mundo en los próximos cinco años. Ya se ha utilizado drones en muchos países para recopilar información detallada y en tiempo real sobre los retos alimentarios y agrícolas, como el de desastres naturales, y la evaluación posterior de los daños.

martes, 10 de diciembre de 2019

Alimentación ecológica para contrarrestar el cambio climático



A propósito de la Cumbre del Clima de la ONU (COP25),  varias corporaciones, empresas e instituciones están elevando su voz para que se tomen medidas urgentes que impulsen la transición a modelos alimentarios ecológicos como un “antídoto” viable y efectivo frente al cambio climático.

Y no podría ser de otra manera, si tomamos en cuenta que la suma de todos los eslabones del sistema alimentario son los que producen la mitad de las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) generados.

Siendo la alimentación básica y primordial para la vida humana, es preciso entonces estimar a la producción ecológica como un factor clave que puede aportarnos soluciones, no solo para reducir la emisión de GEI, sino también para aminorar el impacto que los cambios en el clima tienen en la producción agropecuaria.

Si hablamos de agricultura ecológica, en ella no se utilizan fertilizantes de síntesis y se necesita gestionar mejor los aportes nitrogenados para evitar la aparición de plagas de difícil control.

Además, el compostaje disminuye globalmente la emisión de los GEI que se producen en el manejo del estiércol. Tampoco debe olvidarse la capacidad de secuestrar carbono en los suelos, tal y como lo llevan haciendo hace años los/as agricultores/as ecológicos con la fertilización orgánica.

En cuanto a la ganadería ecológica, esta ayuda a reducir la carga ganadera (número de cabezas) y basa la alimentación de los animales en recursos locales, disminuyendo las necesidades de importar productos como la soja o el maíz desde otras latitudes.

Tanto la agricultura como la ganadería ecológica promueven el consumo mayoritario de alimentos frescos, de temporada y de proximidad, ecológicos, la reducción del consumo de carne, el reciclaje de residuos orgánicos para la obtención de compost y la minimización del desperdicio alimentario, factores primordiales para contrarrestar el cambio climático.


Momento crucial para tomar decisiones trascendentes para las próximas generaciones

En el COP 25, jefes de estado, funcionarios climáticos, organizaciones no gubernamentales, grupos juveniles, movimientos locales y otros actores no estatales expondrán sus puntos de vista y aportarán ideas que ayuden a frenar la emergencia climática.

Según los conocedores de la materia, los próximos 14 meses son críticos para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero, que alcanzaron un récord en 2018. Según el Acuerdo de París, los gobiernos acordaron actualizar sus planes climáticos para 2020.

Así mismo, la COP 25 constituye  un momento crucial para revisar el Mecanismo Internacional de Varsovia para Pérdidas y Daños y comenzar a implementar un sistema justo para mejorar la resiliencia climática de los más necesitados.

En ella, los países negociarán planes más ambiciosos para limitar el calentamiento global a 1.5 ° C, de acuerdo con el Acuerdo de París.

De allí la importancia de que tanto los estados como las organizaciones propongan y se comprometan a cumplir acciones climáticas donde la producción ecológica y los modelos de consumo agroecológico sean considerados como parte de la solución, apoyados en los modelos de producción ecológicos que están dando excelentes resultados en todo el mundo.

Las decisiones que se tomen en esta cumbre no pueden dejar a un lado el importante papel que el modelo alimentario tiene para revertir la emergencia climática y los acuerdos así deben reflejarlo.

Por todo esto es menester que a partir de la COP25 y de cara al 2020 comencemos a trabajar con unas directrices muy claras para facilitar una transición ecológica que favorezca sistemas alimentarios justos y sostenibles con la vida de nuestro planeta y con la vida humana.

jueves, 21 de noviembre de 2019

Los retos de la agricultura ante el cambio climático



Ante los efectos del cambio climático, la humanidad enfrenta el reto de garantizar la alimentación a las próximas generaciones de modo suficiente, sustentable y sin agredir al medio ambiente.

Este fenómeno climático amenaza con aumentar los períodos de sequía, reduciendo la disponibilidad de agua, así como el aumento de la temperatura. Esto trae un incremento de la salinización de los suelos que afectará notablemente a los cultivos.

En ese contexto, La agricultura es actualmente la responsable del 10% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la Unión Europea (UE), al liberar cantidades significativas de metano y óxido nitroso, dos potentes gases de efecto invernadero.

De allí que el reto propuesto se enfoque en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la agricultura, junto a nuevas técnicas para disminuir el consumo de agua en este sector productivo.

Ya son varios los países e instituciones que avanzan con varios proyectos que logren exitosamente producir alimentos con las condicionantes del cambio climático.

Una es el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrias (IVIA), en el que un equipo de científicos trabaja para que  los agricultores puedan mantener sus cosechas en cantidad y calidad, reduciendo el consumo de agua.

Enrique Moltó, director del IVIA, explica que las líneas de trabajo del instituto se centran en la reducción del consumo de agua con ensayos de cultivos y la optimización del riego frente a la salinización de los suelos, la producción de patrones y variedades resistentes a la sequía y a la salinidad, la investigación sobre los genes que determinan la resistencia a la sequía y a la salinidad y, por último, la producción de variedades de fruta que requieren menos horas de frío, ya que otro efecto del cambio climático es el aumento de las temperaturas.

El académico resaltó la importancia de lograr avances con el riego deficitario que consiste en acostumbrar a la planta a recibir agua cuando realmente lo necesita, ya que “hay periodos del año en que no hace falta o el agua necesaria es mínima”. Sin duda será una modalidad muy útil para las próximas décadas.

Igual valor se le está dando a los cultivos resistentes a la salinización del suelo, un fenómeno vinculado con el aumento de las temperaturas y la disminución de las lluvias.

La Hidroponía también será de suma utilidad para enfrentar el cambio climático. Consiste en consiste en cultivar sobre sustratos (arena, grava o elementos artificiales) en vez de tierra. Esta práctica está alcanzando un gran auge en los países donde las condiciones para la agricultura resultan adversas. Combinando la hidroponía con un buen uso del invernadero se llegan a obtener rendimientos superiores a los que se obtienen en cultivos a cielo abierto.

Por otra parte el déficit hídrico obliga a la racionalización del riego, modernizando las estructuras e incorporando sistemas de riego más eficientes. En la Comunidad Valenciana se está llevando a cabo, en este sentido, una experiencia piloto de tele-monitorización de la humedad del suelo.

jueves, 17 de octubre de 2019

Agricultura regenerativa para preservar la biodiversidad



Pensar en grande también implica grandes responsabilidades, mucho más cuando se trata de la producción de alimentos ya que no solo implica satisfacer una necesidad vital a la humanidad, sino que también es preciso realizarlo en equilibrio con la sostenibilidad y la conservación del medioambiente.

Esta reflexión tiene que ver con un informe reciente de la FAO donde se severa que de las 6 mil especies de plantas cultivadas para la alimentación, solo 9 representan el 66% del cultivo total producción.

Junto a esta realidad, existe una mayor consciencia, por parte de los productores sobre su dependencia de la biodiversidad del planeta para proveerse de los insumos necesarios para los sectores de alimentos, textiles y cuidado personal.

Entretanto los consumidores lucen como un frente empoderado y bien informado, que se sabe influyente y determinante a la hora de elegir productos que cumplan con su compromiso socioambiental.

Surge la “One Planet Business for Biodiversity” (OP2B)


Esa necesidad impostergable de impulsar la biodiversidad cultivada dio lugar a que 19 empresas de alto impacto en la agricultura, junto con el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) se organizaran para dar lugar al "One Planet Business for Biodiversity" (OP2B), presentado durante la Cumbre de las Naciones Unidas sobre la acción climática por Emmanuel Faber, presidente y director ejecutivo de Danone.

Ellas asumen el compromiso de tomar acciones tangibles, de forma individual y colectiva, para desarrollar soluciones innovadoras destinadas a proteger y mejorar la biodiversidad en los sistemas agrícolas.

Balbo Group, Barry Callebaut, DSM, Firmenich, Google, Jacobs Douwe Egberts, Kellogg Company, Kering, Livelihoods Funds, L’Oreal, Loblaw Companies Limited, Marte, Migros Ticaret, McCain Foods, Nestlé, Symrise, Unilever y Yara. Juntas, venden productos en más de 120 países y han combinado ingresos totales de alrededor de USD $ 500 mil millones.

Iniciativas como ésta sería la primera de muchas por venir. Por el momento, OP2B tiene la clara intención de implementar estas soluciones para transformar sus cadenas de valor estratégicas y darle impacto a gran escala, trabajando en colaboración entre los sectores empresarial, público y de la sociedad civil, mientras fomentan un enfoque inclusivo que capacite a los productores y consumidores.

3 áreas de enfoque

1.   Ampliar las prácticas de agricultura regenerativa. Esto significa incentivar las modalidades alternativas que aprovecharán el poder de las plantas para mantener el carbono en el suelo (secuestro de carbono), aumentar la capacidad de los suelos para retener agua, mejorar la resistencia de sus cultivos, mantener el sustento de sus agricultores y recuperar la densidad de nutrientes de los alimentos, mientras disminuye la dependencia de insumos sintéticos.

2. Desarrollar carteras de productos para impulsar la biodiversidad cultivada y aumentar la capacidad de recuperación de los modelos de alimentación y agricultura
Aumentar la cantidad de ingredientes obtenidos para que no dependamos solo de un puñado de cultivos, además desarrollando fuentes locales y basadas en la procedencia, así como aumentar la variedad genética de los cultivos para recuperar la diversidad alimentaria y la especificidad localizada de la biodiversidad en la agricultura como una poderosa palanca para proteger y nutrir la biodiversidad.


3. Eliminar la deforestación, mejorar la gestión, restauración y protección de ecosistemas naturales de alto valor
Definir acciones específicas que puedan proteger y restaurar los ecosistemas más frágiles y ricos en biodiversidad del mundo, incluyendo praderas, humedales y bosques e informar de manera transparente sobre el progreso y el impacto.

Aunque se trata de un proyecto a largo plazo, los resultados parciales comenzarían a verse a partir de junio de 2020 cuando desarrollarán un compendio de soluciones sistémicas, significativas y medibles que pueda ser implementado por los miembros de OP2B en sus cadenas de valor.

Igualmente se tiene previsto que para octubre de 2020 presenten los compromisos cronometrados y medibles durante el CDB COP15, junto con propuestas de políticas que ayudarían a lograr excelentes resultados.

jueves, 8 de agosto de 2019

El reto de crear un futuro alimentario sostenible



Para las organizaciones y familias que por generaciones nos hemos dedicado a la producción de alimentos, resulta un tema sumamente sensible el reto de garantizar la alimentación en todo el planeta a un mínimo costo para el medio ambiente.

Esta reflexión vino a mi mente a propósito de la publicación del nuevo informe World Resources Report: Creating a Sustainable Food Future, un menú de soluciones para alimentar a casi 10 mil millones de personas en 2050 en el cual recomienda 22 soluciones, divididas en cinco etapas, las cuales quiero ayudar a difundir compartiéndolas con ustedes.

Aunque es todo un reto crear un futuro alimentario sostenible, esto puede ser una realidad si los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil actúan con conocimiento, voluntad, diligencia y creatividad.

Estas etapas permiten cerrar la brecha entre los alimentos disponibles en la actualidad y los necesarios para 2050, sin despejar más tierras para la agricultura, y al mismo tiempo reducir los GEI del sistema alimentario a un nivel alineado con el Acuerdo de París.

1. Reducir el crecimiento de la demanda de alimentos y otros productos agrícolas
El tamaño de los desafíos alimentarios, ambientales y económicos asociados dependen del aumento de la demanda de cultivos, y alimentos de origen animal para mediados del siglo.

Las brechas en la mitigación de alimentos, tierra y GEI se derivan de estimaciones razonables del crecimiento de la demanda de cultivos y ganado en condiciones normales.

Sin embargo, tales niveles de crecimiento son evitables. Los elementos de la primera etapa exploran formas de reducir este crecimiento proyectado de manera social y económicamente beneficiosa.

2. Aumentar la producción de alimentos sin expandir la tierra agrícola
Además de las medidas de reducción de demanda abordadas en la primera etapa, el mundo debe aumentar la producción de alimentos en las tierras agrícolas existentes.

Para aproximarse al objetivo de la expansión neta-cero de las tierras agrícolas, en escenarios realistas, las mejoras en la productividad de los cultivos y los pastos deben superar las tasas históricas de ganancias en el rendimiento.

3. Proteger y restaurar los ecosistemas naturales y limitar el desplazamiento de tierras agrícolas
Esta etapa se centra en los esfuerzos de gestión de la tierra que deben complementar los esfuerzos de reducción de la demanda de alimentos, y el aumento de productividad, de esta forma se evitan daños en la expansión de la tierra agrícola.

4. Aumentar el suministro de pescado
Esta etapa propone formas de mejorar la gestión de la pesca silvestre, aumentar la productividad y el desempeño ambiental de la acuicultura, tomando en cuenta que se proyecta un aumento en el consumo de pescado de un 58% entre 2010 y 2050.

Además, los peces y mariscos contribuyen con el 17% de las proteínas de origen animal, y son particularmente importantes para más de 3 mil millones de personas en países en desarrollo.

5. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción agrícola
Las emisiones de la producción agrícola se derivan de la ganadería, la aplicación de fertilizantes nitrogenados, el cultivo de arroz y el uso de la energía. Procesos considerados como difíciles de controlar.

El reporte destaca además estos temas:

1-  Aumentar la productividad
Esto significa aumentar los rendimientos de los cultivos a tasas más altas que las históricas, y aumentar dramáticamente la producción de leche y carne por hectárea de pasto, por animal, especialmente ganado, y por kilo de fertilizante.

2-  Gestionar la demanda
La desaceleración del crecimiento de la demanda requiere reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, cambiar las dietas de los grandes consumidores de carne a alimentos de origen vegetal, evitar una mayor expansión de la producción de biocombustibles y mejorar el acceso de las mujeres a la educación y la atención médica para acelerar las reducciones voluntarias en los niveles de fertilidad.

3-  Vincular la intensificación agrícola con la protección de los ecosistemas naturales
El área de tierra agrícola no se está expandiendo, se está desplazando de una región a otra (por ejemplo, de las áreas templadas a los trópicos) y dentro de las regiones.

4-  Consumo moderado de rumiantes
El ganado de rumiantes (vacuno, ovino y caprino) utiliza dos tercios de las tierras agrícolas mundiales, y contribuye con aproximadamente la mitad de las emisiones relacionadas con la producción agrícola. Se proyecta que la demanda de carne de rumiantes crezca en un 88% entre 2010 y 2050.

5-  Enfocarse en la reforestación y restauración de turberas
La reforestación a una escala necesaria para mantener el aumento de temperatura por debajo de 1,5 grados Celsius es potencialmente alcanzable, pero solo si el mundo logra reducir el crecimiento proyectado de la demanda de productos agrícolas de uso intensivo de recursos y aumentar los rendimientos de cultivos y ganado.

6-  Estimular la innovación tecnológica
Cerrar completamente las brechas requiere muchas innovaciones. Las oportunidades incluyen características de los cultivos o aditivos que reducen las emisiones de metano en el arroz y el ganado, formas mejoradas de fertilizantes y propiedades de los cultivos que reducen la escorrentía de nitrógeno, procesos basados ​​en la energía solar para hacer fertilizantes, rociados orgánicos que conservan los alimentos frescos durante períodos más prolongados y sustitutos de la carne de origen vegetal.