martes, 5 de septiembre de 2017

Mauro Libi: Un proyecto de amor y solidaridad para los niños de Vargas



Desde 2005 la Fundación Casa Hogar Al Fin constituye el primer y principal proyecto de inversión social de nuestra organización que se ha propuesto desde sus inicios aportar recursos, voluntad y corazón a la niñez en estado de desprotección familiar, creando un modelo de atención básica e integral que supere el viejo concepto de albergue y que se acerque en gran medida al modelo de hogar tradicional, siendo a su vez replicable en cualquier localidad del país.
Es así como lo que fue una iniciativa filantrópica, pasó a ser una pasión y un compromiso social que lleva en su haber más de 80 niños y adolescentes atendidos en forma integral, digna y responsable, bajo un ambiente cálido y familiar, mejorando su calidad de vida y sus posibilidades para una vida plena, productiva e independiente.
Hoy mostramos con orgullo la Casa Hogar Al Fin de Caraballeda, un valioso aporte a la comunidad de esa entidad litoralense que apuesta por una infancia feliz y segura a tantos niños y adolescentes en situación de abandono, orfandad y maltrato, proporcionándoles abrigo, educación, recreación y una convivencia a base de afecto, honestidad, respeto, tolerancia, solidaridad y trabajo en equipo, como valores fundamentales para formar ciudadanos responsables y útiles al país.
"Para nosotros, la Fundación es una prioridad, una acción que realizamos convencidos de que con cada niño recuperado estamos dando un gran aporte para un vida futura. Nuestra filosofía se resume en quererlos, educarlos y apoyarlos en sus necesidades como lo haría cualquiera de nosotros en nuestra propia casa, y los resultados nos llena de mucha satisfacción y confianza en el porvenir de estos muchachos”, indicó el presidente y fundador de la Casa Hogar Al Fin, Mauro Libi Crestani.
Hasta ahora, más de 30 organizaciones públicas y privadas se han comprometido con la donación de bienes y servicios de diversa índole. Alimentos, prendas de vestir, útiles escolares, artículos deportivos, computadoras, operativos de salud, cursos de capacitación, etc.

Jonathan Correa: Debería haber más casa hogares en todo el país


Desde muy temprano se le puede ver por las dependencias del área administrativa, con su trato amable y reservado, Jonathan Correa tiene 22 años, es analista de recursos humanos en Inproceca y desde allí nos cuenta su experiencia de vida en la Casa Hogar Al Fin de Caraballeda.
“De principio a fin fue algo muy alegre, me sentí a gusto conmigo mismo y con las personas que me educaron y que siguen siendo parte de mi vida, porque los considero como mi familia.
A lo largo de los 11 años en los que compartió espacios y afectos con otros niños en condición similar, Jonathan destaca de todo lo vivido, “el cariño de esas personas, el trato y los valores que allí aprendí”. Sin embargo, atesora también las temporadas deportivas, su afición por el dibujo al que le dedicó tantas horas, y su educación formal y universitaria que lo llevaron a ser hoy un ciudadano de bien y un profesional con muchas ganas de servirle al país.
-¿Qué opinión tienes de iniciativas como ésta en favor de los niños?
-Pienso que deberían sumarse más compañías a programas de labor social de este tipo para todo el país y así ayudar a mayor cantidad de niños y jóvenes que actualmente lo necesitan.

-¿Estarías dispuesto a colaborar en un proyecto similar?
-Claro que sí. Aunque sigo frecuentándolos, volvería como instructor para ayudar a seguir formando muchachos, darles educación e inculcarles valores como lo hicieron conmigo.

-¿Qué le dirías a tus compañeros que siguen al cuidado de esta Fundación?
-Mi mensaje es que sigan luchando y que tengan fe de que sí se puede alcanzar con esfuerzo propio todo lo que soñamos.

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1 comentario:

  1. Gratos recuerdos de mi infancia y juventud en el litoral central. Alejandro AGUIRRE S @alemir55s @beshalom55. Venezuela 2018 tiene su gente que trabaja en silencio, Bendiciones

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